Eddie y Alice son mejores amigos desde que son niños, los años pasan, malas decisiones han hecho que Alice esté comprometida con el mismísimo Steve Harrington, pero esa vida de ensueño, es simplemente una pantalla de su infierno.
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Es mitad de semana, Alice se ha reservado sus tiempos, cree que su juego con Eddie ha sido cruel y peligroso. Piensa en Wren y cómo está tan confundida respecto a sus pensamientos hacia ella , piensa en Steve y en qué jamás analizó sobre lo apestosa que su madre es y que quiere que una grieta en la tierra se la trague, siente rabia, y una naciente molestia con Wren, no por Eddie, pues ella sabe bien su lugar, sino por haber ventilado sobre su vida con la familia de Steve, piensa en que quizás sus intenciones no son las mejores respecto a ella, y aquello le genera un sentimiento confuso.
Alice ha ido a su casa, su padre le espera con un abrazo, al igual que sus hermanos, más no su madre.
-Supe el número que hiciste en la cena con los Harrington. ¿No te da vergüenza? - su madre la observa y ella sólo mira al piso. Resopla y luego mira a su madre, pero no lo hace de la mejor manera, ambas están lejos del resto.
-Pues... Se meten en mi vida privada-Alice da su argumento.
- Pero si vas a casarte, Dios mío.
-Yo salí con mis amigas... No sé si eso es un pecado, para recibir una condena - Alice suspira y camina hasta su cuarto.
- Tenemos una conversación pendiente, eso bien lo sabes. La vida no es así de fácil Alice, debes saber que hay cosas que tienes que cumplir. Respetar tu matrimonio es una de ellas... - Imogen habla firme y Alice la ignora, entra a su cuarto y da un portazo. Su madre le queda mirando, teme por el futuro de su hija, y es que cree que para su hija no hay otro camino que no sean los Harrington.
La chica ha visitado su casa hasta el jueves, las cosas son Steve no han estado bien desde aquella discusión en la mesa del día domingo. Alice se recuesta en la cama a dormir una siesta. Mientras tanto, Eddie termina su jornada de trabajo, vuelve a su casa, ha quedado de ir a cenar con Wren, pasa por ella, se queda hablando un momento con los Harrington, esperándola, hasta que ella sale de casa y se sube a su coche, lo salida con un beso en los labios.
El padre de Alice toca la puerta de su habitación y entra.
- Steve vino a verte - lo dice un tanto cabizbajo y ella mira hacia un colgador de ropa, ahí descansa un cardigan- Quiere hablar contigo.
{...}
Alice sale de casa, ve a Steve apoyado en su coche, con cu cabello largo desordenado y perfecto al viento, los lunares de su cara le hacen ver más que guapo, y ella camina, hacia él, analizando el desorden que su cabeza es, juega con su cadena de oro que cuelga por su pecho, el flequillo de su rostro de mueve y él la observa caminar, observa su figura diminuta y cómo es que se ve tan hermosa con aquel vestido verde.
- Alice...- Steve suspira y la busca con la mirada, ella simplemente traga algo de saliva, quiere que aquel momento no sea otra pelea más.
- Steve...
- Te extraño... Quiero que vuelvas a casa. Ya no quiero mas discusiones entre los dos - él la abraza y ella simplemente se deja abrazar por él. Siente su perfume que podría derretir a cualquier chica en el mundo, y ella se siente como un pedazo de plástico entre sus caricias.
