Me sentia perdida, sin rumbo.
Lo tenía todo, ¿pero de que me servia cuando estaba vacía por dentro?
Mi vida dio un giro cuando los conocí a ellos, a quienes crei que no necesitaría pero que ahora anhelo tener en mi vida.
¿Yo era su salvación? ¿O e...
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Ha pasado ya más de un mes, mi relación con mi hombre va más que bien, cada vez nos conocemos más y tengo una mejor relación con algunos de sus hermanos ya que los otros casi no hablan.
Me preguntó qué les pasara pero eso no es de mi incumbencia pero aveces el chisme me mueve mas que otra cosa pero no quiero ser imprudente así que me guardo las preguntas.
Voy hacia el comedor ya que mi novio me espera, cuando entro veo su mesa y me dirijo hacia allá, el me ve y me corre la silla para que me siente.
Le sonrió y le doy un beso en la mejilla el no lo hace pero entiendo porque no es muy expresivo y menos acá en la universidad.
Huele delicioso mi almuerzo, miro a Axel y el solo me señala el plato, noto que el resto estan muy callados, incluso siento el aire pesado.
— ¿Como estas pelinegra? — pregunta Neil y veo que esta viendo algo en su celular antes de subir la mirada.
— Bien y ustedes? — pregunto antes de meterme un bocado, gimo de placer.
Esto está buenísimo.
Todos me miran por un momento y yo solo sonrió.
— ¿Por qué me ven así? — pregunto y creo que estoy sonrojada.
— Por nada, sigue comiendo — Me dice Enzo sin mirarme ya que esta concentrado viendo algo en su celular.
— ¿Te gusta? — me pregunta ahora Elian mirándome igual de serio que el resto de sus hermanos.
— Si, esta delicioso — lo miró a los ojos, veo un brillo en esos ojos hermosos que se carga.
— Yo mismo lo escogí — dice con suficiencia, veo que quiere sonreír pero no lo hace.
— Gracias, esta muy rico — vuelvo a meterme otro bocado.
Cuando terminamos, veo al resto que tiene su mirada en sus comidas, pero veo a Naim algo pálido.
— Naim — llamó su atención y creo que de los demás también — ¿Estas bien? Te veo un poco pálido, ¿necesitas algo?
Me lanza una mirada fría y está muy serio, está tenso y me preocupa un poco cómo está, niega y sigue su vista en el plato.
— El está bien, no.... — dice Darek pero no le presto mucha atención cuando Naim sale corriendo del comedor.
Tira la silla al suelo haciendo un ruido que llama la atención de todos. No escucho a nadie ya que salgo detrás de él.
Carajo, corre muy rápido, pero alcanzó a ver que entra a los baños, entró yo también y no hay nadie, escucho que vomita, busco en mi bolsito una pastilla y una botella de agua aveces la cargo para situaciones como estas.
