OMNISCIENTE
La fría noche caía sobre la ciudad de Madrid abriendo paso a una de las mejores noches pensaban los hermanos mientras que tres personas iban hablando de anécdotas de su vida camino a uno de los más lujosos restaurantes de la ciudad.Los hermanos no dejaban de ver a la hermosa mujer que iba atrás hablando de su vida de pequeña en su país de origen, El menor conducía mirándola por el espejo retrovisor mientras que el mayor si la miraba cada tanto sin poder controlarse por aquella chica que desde el minuto uno le llamó la atención como ninguna otra.
En el restaurante estaban tres de los cinco hombres esperando pacientemente a que llegara su musa, la mujer que no abandonaba sus pensamientos en cuanto la miraron por primera vez.
— ¿Crees que le guste? — pregunta uno de ellos inseguro.
Otro de ellos asiente mientras el mayor sólo le da vueltas a su copa de vino vagando en sus pensamientos sin poner realmente atención a su hermano que está al frente de él.
— Venga ya — su hermano chasquea la lengua para llamar la atención de su hermano mayor — ¿en qué piensas tanto?
Por fin se centra en el un momento antes de fijar su vista en Enzo que lo mira de la misma manera, los hermanos tienen una gran conexión entre ellos, pero al ser los dos mayores su lazo es más fuerte haciendo que las palabras sobren.
Guarda silencio.
— Nada — apenas contesta volviendo a un silencio sepulcral.
Su hermano lo mira con una ceja alzada escudriñándolo para descifrar los pensamientos de uno de los hombres más fríos que ha conocido en su vida y es su hermano mayor.
— ¿Porque tengo la ligera impresión de que ocultas algo? — acota este sin arandelas.
Los dos se miran por un momento antes de centrarse en su hermano que los mira atentamente a la espera de una respuesta.
— Creo que es eso — Habla por fin mirándolo — tu impresión — le da un trago a su copa.
— ¿Que pasa Eros? — Este maldice a sus adentros al darse cuenta que a sus hermanos no lo puede evadir tan fácil como a los demás.
— Tu dijiste que no ibas a volver a hacer eso — lo reprende su otro hermano mirando la carta.
— ¿Hacer el que? — dirige su vista hacia el tratando de evadir la pregunta.
— No te hagas — alza un momento la mirada — hiciste una promesa, cúmplela.
El suspira sacando una sonrisa de medio lado dejando el papel de hermano inocente a un lado.
— Tu don de lectura casi inédita guárdatela para ti mismo — advierte mirándolo fijamente haciendo que le crezca la sonrisa a su hermano menor.
— ¿O si no qué? Hermanito — lo reta con la mirada.
— Voy hacer lo hice en el pasado y creo que no te va a gustar o sí? — los ojos del mayor se oscurecen sacando una sonrisa macabra sintiendo el cambio en su hermano.
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Amores Indescriptibles
RomansMe sentia perdida, sin rumbo. Lo tenía todo, ¿pero de que me servia cuando estaba vacía por dentro? Mi vida dio un giro cuando los conocí a ellos, a quienes crei que no necesitaría pero que ahora anhelo tener en mi vida. ¿Yo era su salvación? ¿O e...