Llevamos dos semanas de no hacer nada más que ver series y comer.
—Creo que subí diez kilos— bufa Amely.
—Creo que yo como quince— suspiro pesadamente.
—¿Sabes jugar tenis?.
—Esa es tu especialidad cariño.
—Mm, cariño. Suena lindo- dice sonriente.
—Cariño. No soy muy buena, pero algo se.
—¿Quieres ir a jugar hoy?.
—¿Quieres verme haciendo el ridículo?.
—Tal vez— se ríe.
—Nos vendría bien tomar un poco de aire Supongo.
—¿Eso es un si?.
—Si vamos, pero no tengo raqueta.
—No te preocupes, yo tengo.
—Esta bien.
Un rato más tarde estamos en la cancha de tenis.
—La que pierde paga el almuerzo— dice entregándome una raqueta.
—Sabemos que yo pagaré- respondo cruzandome de brazos.
—Tal vez te deje ganar.
-¿Harías eso?- pregunto arqueando las cejas.
—Claro que no— me tira un beso al aire y empezamos a jugar. Obviamente me aplasta, ella lleva jugando años, como me cuenta después que me gana.
—Vamos al centro comercial. Quiero hamburguesas.
—Yo iba a darte una taza de café por almuerzo.
—Yo gane, yo elijo hamburguesas mi amor.
—Vamos por hamburguesas entonces.
Caminamos mirando vidrieras, nos detuvimos frente a una joyería.
—¿Vas a casarte?— pregunto observando que mira anillos.
—Solo si es contigo.
—Acepto— digo tendiendole la mano, me acaricia los dedos. —¿lo volverías a hacer?. A casarte, digo.
—No lo se, no es sinónimo de felicidad. ¿Vos lo harías?.
—No se, nunca lo pensé- me sonrie y seguimos mirando las joyas, hasta que las dos nos encontramos mirando el mismo collar.
—Es hermoso— comento.
— Me encanta— dice sonriendo.
—Entremos. Yo elegiré el tuyo y tu el mio— y así lo hacemos, yo elijo el rojo para ella, que es mi color favorito. Ella elije el verde, que es su color favorito Salimos de la joyería y nos dirigimos al patio de comidas. Cuando estamos sentadas intercambiamos las cadenitas.
—¿Te la prendo?—se ofrece al ver que no podía.
—Si, por favor— se levanta y me la prende.
—Se te ve hermosa.
—A ti también te queda hermosa.
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Las vacaciones se pasaron volando, el lunes debemos volver a clases, nos quedan los últimos dos días para descansar.
—Tengo que ir al super— comenta Amely mientras miramos una película.
—¿Ahora?.
—Dentro de un rato.¿Me acompañas?.
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La Canción De Medianoche
RomanceAmely una profesora de Historia del Arte y Elena una estudiante de periodismo se conocen de casualidad en el estacionamiento de la universidad luego el destino las cruza por los pasillos de está y de a poco los sentimientos aparecen, una noche de lu...