Capítulo 28

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Al día siguiente también tenía clases con ella, llegue tarde de nuevo. Golpee la puerta suavemente. Luego de unos segundos ella abrió la puerta con violencia.

-Espero que no se le haga costumbre llegar tarde a mi clase- alzó la voz.

-Lo siento- susurre y me senté en el mismo lugar que el día anterior. Me pasé toda la clase admirandola  tenía una maravillosa forma de explicar y moverse mientras lo hacía.
En la clase siguiente me riño porque mire dos segundos por la ventana y según ella no le preste atención a lo que explicaba. Ese mismo día salí con mis abuelos a merendar en el mismo lugar de aquella vez  y ella llegaba al mismo tiempo con un hombre y una mujer que parecían tener la misma edad que mis abuelos.

-Sergio, Pilar- saludó el hombre que la acompañaba

-¿Cómo estás Felipe?-

-Bien. Les presento a mi esposa Miranda-.

Los oí saludarse a lo lejos ya que yo hablaba por teléfono con mi madre, cuando colgué me dirigí a donde estaban mis abuelos y los vi sentados junto a Amely y sus abuelos.  Cuando me vio acercarme su rostro se endureció.

-Elenita. Te presento a Felipe un viejo amigo-

  -Hola. ¿Qué tal?- le saludé.

-Hola- me respondió con una sonrisa. Saludé a su esposa y a Amely que me sonrió falsamente, el único asiento libre que quedaba era frente a ella. Me senté y ella me blanqueo los ojos.

Nuestros abuelos charlaban animadamente mientras yo miraba la mermelada y Amely se encontraba en silencio.

-Ellos son los decanos de la Universidad- me contó mi abuelo.

-Es un placer conocerlos-

-Igualmente. ¿Qué estudias?- me pregunto Miranda.

-Historia del arte-

-Entonces ustedes se conocen- dijo refiriéndose a Amely y a mi.

-¿Primer año?- pregunto ella.

-Si-

-No. No tuve clases con primer año está semana- le respondio a su abuela.

-Entro esta semana- le comento Felipe a su esposa.

Sólo  asenti y volví mi vista a la mermelada, que era más interesante que su indiferencia. Cuando se marcharon se despidió amablemente de mis abuelos y a mi simplemente me ignoro.

-Ustedes se conocen. ¿Cierto?- me pregunta mi abuela.

-Si-

-Parece odiarte-

-Lo sé-

-¿Qué pasó entre ustedes?-

-No lo se- respondí cansada.

-¿Con ella te fuiste a New York?- pregunto mi abuelo.

-Ajam. Estábamos bien y de pronto un día sólo desaparecio-

-¿Así sin más?-

-Así sin más-

-Que raro-

-Cuando volví a casa había dejado mis cosas con el portero del edificio. Y ahora actúa como si no me conociera-

-Es un poco infantil-

Sólo asenti y cambiamos de tema.



Perdón por  hacerlo tan corto. Pero mi mente está bloqueada😅 y no quería dejarlas sin capítulo

La Canción De Medianoche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora