Amely se queda ese día, el siguiente, el siguiente y el siguiente, luego de haber estado tanto tiempo alejadas no nos queremos separar ni cinco segundos.—Ahora tu vendrás conmigo.
—Pero vives con tus abuelos- expreso con timidez.
— Ya los conoces.
—Si como la nieta de un amigo no como tu novia.
—Si no quieres no vamos— expresa con voz amable.
—Sí quiero.
—¿Segura?.
—Si. Me da un poco de, no se, nervios quizás pero vamos.
—Mi abuelo sabe de ti, tranquila.
—Oh, debe odiarme.
—No. Dijo que quizás "hiciste aquello" porque eres joven.
—¿Joven y estúpida?— Me rio.
—No que eras estúpida pero si que al ser jóvenes cometemos estupideces.
— Ah, entiendo.
Guardo mis cosas en la mochila y salimos, cuando llegamos a la casa de Amely sus abuelos están a punto de salir a merendar y nos invitan a unirnos a ellos.—¿Entonces todo fue una confusión?- pregunta su abuela luego de que Amely les contará lo sucedido.
— Una horrible confusión— bufo
—¿Está chica intento acercarse?.
—Si. Una vez me dijo que podíamos divertirnos le dije que No, que tenía novia y me dijo que estaba lejos. Dije que eso no importaba y me fui.
—¿ En serio te dijo eso?— pregunta con enfado.
Asiento
—Quiero golpearla.
-Yo también.
—Nadie golpeara a nadie.- habla su abuelo
—Me alegro que hayan aclarado las cosas y bienvenida a la familia— me dedica una sonrisa su abuela.
—Gracias— le sonrió.
Al día siguiente estamos desayunando con Amely cuando me llega un audio de Nuria
*¿Elena que hacías ayer con la bruja y los rectores?*
—¿Yo soy la bruja?— pregunta ya que había escuchado el audio
—Ajam.
—¿Y ese apodo es por como te trataba?.
—Sii.
—Con que bruja ¿no?. Creo que tendré que desaprobarla señorita Mitchell.
—Yo no se lo dije profe.
—Elena, Elena.
—¿Que?.
—No me hables de usted.
—¿Por qué no puedo hablarle de usted profe?.
—Porque señorita Mitchell tendré que besarla.
—Béseme— le pido guiñandole un ojo. Se acerca a mi y me da un corto beso.
Luego del beso le cuento algo a Nora y le digo que cuando nos viéramos le contaré todo.
—Mis padres vuelven en dos días, quieren conocerte— digo leyendo el mensaje que mi madre me había mandado.
—Eso estaría bien.
—Quieren que cenemos en mi casa. Podríamos ir con tus abuelos.
—Les diré así vamos.
Estamos conversando cuando sus abuelos bajan a desayunar.
—Buenos días.—Buenos días.
—¿Como están?.
—Muy bien. Los padres de Elena quieren conocerme en una cena dentro de dos días.
—Eso es fantástico.
—Están invitados.
—Ahí estaremos—dicen con una sonrisa.
Los días pasan y llega el día de la cena, ese día vuelvo temprano a casa para ayudar con lo que necesitarán. Salgo de ducharme cuando mi celular suena.
—¿Cariño puedes venir por mi?.
—¿Donde estas?.
— Afuera.
—Entra.
—No. Ven por mi. Porfa— me pide como niña chiquita
—Recién salgo de bañarme..¿puedes esperar que me cambie?.
—Esta bien te espero.
Me cambio y salgo a buscarla, esta en su auto y cuando me ve baja de este.—Hola cariño.
—Hola mi amor. ¿Qué pasa?.
—Me muero de nervios— confiesa.
—Tranqui, no pasara nada. ¿Y tus abuelos?.
—Ahora vienen.
—Ah. Ven vamos adentro— digo tomándola de la mano y caminamos hasta adentro, entramos a la cocina donde están mi madre y mis abuelas.
—Buenas noches— saluda Amely
—Hola querida— la saluda mi abuela Carmen.
—Hola por fin te conozco. Soy Candela—
—Lo mismo digo. Es un placer. Soy Amely—
—¿Y tus abuelos?— pregunta mi abuela Pilar
—Ahora vienen— responde y el timbre suena, camino hasta la puerta y los hago pasar.
—Buenas noches Elena.
—Hola. ¿Cómo están?— les saludo. Y los guio hasta la cocina
—Buenas noches.
—Buenas— saludan mis abuelas y mi madre.
—Ella es mi madre.
—Un gusto. Soy Candela.
—¿Que tal.? Soy Miranda.
—Un placer. Soy Felipe.
—Los dejo. Voy a peinarme y ponerme algo en los pies—anuncio, ya que aún llevo una toalla cubriéndome el pelo y pantuflas.
Cuando bajo las encuentro charlando animadamente.
—¿Y tú abuelo?— le pregunto a Amely cuando le llego por detrás.
— Esta afuera con los demás.
La abrazo,apoyo mi cabeza en su hombro y en silencio observo su interacción con mi madre y mis abuelas Y sonrío.
La voz de mi padre entrando a la cocina hace que se sobresalte un poco ya que estamos de espaldas a la puerta.
—Buenas noches. Soy Diego— se presenta saludando a Amely y a su abuela. Estas le devuelven el saludo.
—La carne ya está— anuncia y nos dirigimos al comedor.
Amely y sus abuelos se integran rápidamente a mi familia y llevamos una charla como si nos conociéramos de años y eso me hace sonreír ampliamente.
ESTÁS LEYENDO
La Canción De Medianoche
RomanceAmely una profesora de Historia del Arte y Elena una estudiante de periodismo se conocen de casualidad en el estacionamiento de la universidad luego el destino las cruza por los pasillos de está y de a poco los sentimientos aparecen, una noche de lu...