Capítulo 54

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Hace unas semanas abrimos la galería y ya llevamos varias obras vendidas. Ahora estamos en casa en la habitación que usamos para trabajar.

-Recuerda que tienes que hacer un cuadro del mismo que vendiste ayer.

-¿Para cuando

-Les dijiste que estaría para mañana.

-¿Qué yo hice que?

-Eso mismo que escuchaste.

-Mierda. ¿Y lo querían del mismo tamaño que el otro?

-Si.

-¿Y ahora qué haré? Estuve tres días para terminar el otro-Murmuro cosas inentendibles mientras camino en círculos.

-¿Vos no eras la calmada de la relación?- bromea

-Lo era hasta hace cinco minutos.

-Ya sabes que hacer así que no te tomará mucho tiempo.

-Es cierto, pero no lo tendré para mañana.

-Tranquila, le diremos que pasó algo y no podes entregarlo mañana.

Bufo a modo de respuesta.

-¿Querés que te deje sola?

-No. ¿Vos estas por hacer algo?

-Tengo que hacer algunas esculturas. Pero puedo hacerlas más tarde.

-No. Quédate.

-¿Música?

-Por favor.

-¿Qué querés escuchar?

-Mmm, Vanesa Martín.

-Me parece bien.

Pone música en su celular y comienza su trabajo. Yo me quedo observandola y empiezo a pintar absorta en sus movimientos.

-¿Me pasas el rojo? Por favor.

-¿El rojo?- pregunta arqueando una ceja.

-Aja.

Se levanta, busca la pintura y se acerca a darmela. -¿Por qué me estas pintando a mi?

-¿Que?

-Que me estas pintando.

La miro, miro el lienzo y si, efectivamente estaba pintandola a ella.
-No me di cuenta , sólo estaba mirándote y empecé a pintar.

-Esta bonito.

-Porque vos sos bonita.

-Además de eso, sos una muy buena artista.

-Aprendí y aprendo de la mejor. Ahora volve a tu lugar que debo pintar mi suéter.

-¿tu suéter?

-Es mío, vos me lo sacaste- río

-Es que me queda bien-

-Si, el rojo te sienta bien.

Le doy un corto beso y vuelve a hacer lo que estaba haciendo mientras yo me dedico a terminar la pintura.

-¿Ya puedo levantarme?

-Cinco minutos más y termino.

-Ahora podes levantarte- anuncio unos minutos más tarde.

Camina hasta donde estoy y me abraza apoyando su barbilla sobre mi hombro

-¿Y? ¿Te gusta?-

- Es precioso, me encanta.

-Lo pondré en la sala.

-Queda mucho espacio- observa

-¿Y eso que?- cuestiono.

-Nada, ponete a pintar lo que tenes que hacer.

-Eso haré, si me das permiso.

- Usa el otro atril, yo arreglare esta pintura.

-¿No era que te encantaba?

-Si, me encanta.

-¿Entonces?

-Nada, sólo ponete a pintar.

-Ya voy- Preparo las cosas y ahora si me pongo a hacer la pintura que me pidieron.

-¿No me estas pintando de nuevo a mi, verdad?

-No, ahora voy por el camino correcto- río

-Eso me gusta.

- ...Puedo adentrarte de lleno en mi vida, acariciarte y quedarme dormida sentirme dueña del mundo en tus brazos....- canta.

¿Todo tiene que hacer bien? Pregunto para mis adentros mientras la miro.

-Terminee- grito transcurrida alrededor de una hora y media.

-Yo también.

-¿Recién? ¿Acaso la hiciste de nuevo?

-Veni a ver.

Me acerco a ver..

-¿Y? ¿Qué opinas?- quiere saber.

-Me encanta, en serio.

-Quedaba mucho espacio y me dio ganas de hacerlo.

- Es perfecto, me gusta muchísimo.

-Ahora si vamos a ponerlo en la sala.

No arreglo mi pintura, sino que me pinto a mi a su lado haciendo lo que amamos.

-

La Canción De Medianoche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora