Capítulo 18

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Navidad había pasado, Amely volvió tres días después.

- Hola cariño- le saludé cuando entre a su cuarto.

- Hola mi amor- me saludó dándome un beso.

-¿Cómo estas ? . ¿Como te fue ?-

-Bien, ahora que estas aquí mucho mejor. Fue una linda Navidad, hace mucho no nos veíamos y la pase súper. ¿tu que tal?-

-Eso es genial. Me alegro que la hayas pasado bien. Yo la pase Bien, me divertí mucho-

- Me alegra oír eso- dijo sonriendo.

-Tienes que empacar ropa de invierno- dije viendo que empezaba a buscar ropa de su armario. -Y tal vez deberías guardar el vestido negro- le guiñe el ojo.

-¿Dónde iremos?-

-Es sorpresa, pero hace mucho frío-

-¿Cae nieve?-

- Si. Y es lo último que diré.-

-Oh. Entonces es invierno donde iremos-

- Si. No olvides tu pasaporte cariño. Iré a empacar mis cosas, adiós- me despedí dándole un corto beso en los labios.

- Nos vemos enseguida mi amor-.

Cuando termine de empacar volví a casa de Amely con mis valijas.

- En un rato nos iremos. ¿estas lista?- pregunte.

- Si mi amor. Estoy lista- dijo revisando su cartera.

-¿Quieres que vamos ya y compramos algo de comer?-

-Bueno, vamos-

-¿Me dejas conducir?-

-No sabía que conducías-

-Hace mucho que no lo hago- le comenté.

-Ten.- dijo dándome las llaves.

Mientras conducía, acariciaba sutilmente mi mano y me observaba.

-¿Qué?- pregunte al ver que no apartaba la vista de mi.

-Te ves sexy conduciendo- soltó sonriendo.

Me reí -no lo creo-

-De verdad, te tomaré una foto para que lo veas- me tomo unas fotos.

Llegamos al aeropuerto, compramos algo de comida chatarra y nos sentamos a esperar la hora de nuestro vuelo.

-Mira- dijo mostrandome las fotos que me saco.

-Yo me veo normal-

-Normalmente eres sexy-

-Yo no. Tu, definitivamente si-

-Lo sé-

-Que modesta, cariño-

-Siempre- me saco la lengua.

" *Pasajeros del vuelo 488 con destino a New York* se escuchó en los parlantes"

-Vamos, ese es nuestro vuelo-

-¿Iremos a New York?- preguntó
entusiasmada

- Si mi amor-

-Eso debe haber costado una fortuna-

-Suelo tener viajes gratis, de vez en cuando. Mi padrino es dueño de la aerolínea.-

-Eso es estupendo-.

- Si. Lo es-  le sonrió  y nos dirigimos a abordar el  vuelo.
Cuando subimos tomamos asiento una al lado de la otra, me mira por unos minutos y luego se acomoda en  el asiento para dormir. Yo me quedo mirando peliculas que pasan  en el avión, cuando me aburrí saque mi libreta y me puse a escribir.

-¿Qué haces?- pregunto Amely abriendo los ojos.

-Escribo algo-

-¿Puedo leer?-

-Cuando lo termine-

-Esta bien. ¿Falta mucho?-.

-No. Casi lo termino-

-Okey. Iré al baño-

-Toma, lo escribí para ti- le tendi la libreta apenas regresó del baño. Empezó a leer.

Tus ojos tienen encanto.
El mismo encanto que tienen las estrellas.
El mismo encanto que tienen los atardeceres cuando el arrebol se apodera de él.
El mismo encanto que tiene el carnaval del pueblito que visitamos el verano pasado.
Miento, tus ojos, esos dos luceros verdes que alumbran mis días más oscuros tienen más encanto que cualquier otra cosa.

-Es precioso Elena. Me gusta mucho-
  Arranque la hoja donde estaba escrito y se lo entregue. 

-gracias mi amor- 

-De nada- le di un beso.

Las horas restantes de vuelo, dormí sobre el hombro de Amely, de vez en cuando sentía como acariciaba mi mano. Me desperté cuando el avión estaba aterrizando.  -Buenos días-  me saludó Amely.

-Buenos días  mi amor- respondí adormilada.

La mañana en la que llegamos  y los días siguientes la nieve caía sin parar. Sólo en la última noche del año ceso.
Esa noche bajamos a cenar en el restaurante del hotel.

-¿Te apetece ir al Time Square?- preguntó mientras cenabamos

- Si, quisiera ir-

-Terminando vamos. ¿Está bien?-

- Si, claro-

Terminamos de cenar, nos pusimos abrigo y salimos a la quinta avenida, como estábamos cerca fuimos a pie. Llegamos faltando media hora para que den las doce de la noche, el lugar estaba abarrotado de gente. Nos quedamos paradas en la calle, empezamos a charlar hasta que se escuchó que todos gritaban "ten". Nos unimos a las personas que gritaban la cuenta atrás.

-Feliz año nuevo mi amoor- dije besandola mientras los fuegos artificiales hacían su aparición.

-Feliz año nuevo mi corazón- dijo abrazandome. Así abrazadas observamos los fuegos artificiales, luego recorrimos un par de calles y volvimos al hotel.

La Canción De Medianoche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora