Me encuentro preparando el desayuno cuando Amely entra a la cocina.
—Buenos días mi amor. Se acerca a darme un beso.
—Buenos días cariño. Digo besándola de vuelta.
—Feliz San Valentín. Te amo.
—Igual para ti. Te amo.
—Sentate que ya sirvo el desayuno.
—Esta bien.
—Entonces, ¿quieres que salgamos a almorzar, merendar o cenar?
—Mm, no quiero salir a ningún lado.
—¿No?
—No, prefiero que nos quedemos aquí todo el día. ¿Vos querés salir?
—Mm, no. También prefiero quedarme aquí.
—Esta bien. ¿Vas a preparar el almuerzo tu?
—Eso, no.
— Mm, yo tampoco.
—¿Y entonces?
—Piedra, papel o tijera a la de tres.
—¿Piedra, papel o tijera?
—Si. ¿Acaso tienes miedo?
—Claro que no.
—Entonces, piedra, papel o tijera. Ya..
—Vamos.— Grito al ver que mi tijera corta su papel.
Revolea los ojos.
—Piedra, papel o tijera.
—Sii—. Exclama envolviendo mi "piedra con su papel".
—Piedra, papel o tijera. Ya.
—Dos a uno, mi amorcito.— Sonrío victoriosa.
—Te odio.
—No me importa, igual te gane. ¿terminando vamos a hacer las compras?
—Si. En un rato.
—Terminamos el desayuno, nos preparamos y salimos a comprar.
—Yo voy por mi lado y tu por el tuyo—me dice cuando llegamos al centro.
— Esta bien— Respondo yendo por otro lado.
Una hora más tarde nos encontramos en el auto con unas cuantas bolsas cada una. Subimos a este y volvemos a casa
—Ve a la habitación mientras preparo todo.
—¿Por qué?
—Porque yo lo digo.
—Dame un beso antes.
Me da un par de besos y me voy a la habitación.
Muchos, muchos minutos después me llega un mensaje de ella, que dice que me ponga el traje de baño y salga al patio.
Me pongo un bikini negro con flores, me pongo la ropa y salgo al patio.—Hola mi amor.
—Hola cariño.
—Sentate, ahora vuelvo.
— ¿Te ayudo?
—No, tranqui— Dice y entra a la casa, al rato regresa con un ramo de rosas de varios colores y un globo en forma de corazón.
—Para ti.
—Que preciosas. Gracias.
—De nada. Voy por la comida.
Asiento y segundos después, vuelve y nos sentamos a comer. Claro que en la mesa también hay flores y corazones. Y suena música romántica. Después de almorzar saca una caja de no se donde.
—Bombones para ti.
—Amo. No te pienso convidar.
—¿No?
—No, ni uno. Me levanto y me siento en sus piernas. Un bombón por un beso y tienes que pagar por adelantado.
—Acepto.
Tomo su rostro y le doy un beso —¿blanco o negro?
—Blanco.
—Abre la boca.— me hace caso y le doy un bombón y un beso y ella hace lo mismo conmigo hasta que nos terminamos los bombones.
Después nos tiramos en la piscina y pasamos el resto de la tarde nadando.—Me toca preparar la merienda. ¿Que queres?
—Licuado y waffles de chocolate.
—¿Más chocolate?
—Si, por favor.
— esta bien, quédate aquí.
Voy a la cocina, preparo los waffles y el licuado, dejo todo en una bandeja y voy a la habitación por mi regalo.
Regreso afuera, dejo la merienda sobre la mesa y le entrego las flores y un pequeño llavero de un osito con un corazón el cual lleva grabado en este "I Love You" y una chapita con el código de una canción.
—Gracias, me encanta mi amor. ¿y esto? Pregunta examinando la chapita.
—Trae el celular.
—Toma.
Agarro su celular, escaneo la chapita y pronto empieza a sonar aquella canción, nuestra canción.
—Nuestra canción de medianoche — Sonríe ilusionada— Gracias, me encanta.
Le sonrío, ella me abraza y nos besamos.
—De verdad te amo.
—Y yo a ti. Le sonrío y nos sentamos a merendar.
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La Canción De Medianoche
Roman d'amourAmely una profesora de Historia del Arte y Elena una estudiante de periodismo se conocen de casualidad en el estacionamiento de la universidad luego el destino las cruza por los pasillos de está y de a poco los sentimientos aparecen, una noche de lu...