Los días transcurren y llega el sábado. Son las ocho y media de la mañana cuando salimos con dirección a la casa en venta, por lo que Amely me había contado quedaba al otro extremo de nuestras casas.
Después de treinta y cinco minutos de viaje llegamos a una calle bastante bonita.
Cuando bajamos del auto una mujer que rondaba los cincuenta años nos estaba esperando en la puerta de entrada.—Buenos días— nos saluda amablemente.
—Buenos días— respondemos con Amely.
—Pasen—dice girando sobre sus talones y entrando a la casa. —Como pueden ver, al entrar se encuentra la sala-comedor, esta es la cocina—dijo abriendo una puerta que estaba al costado de la sala. -Y por aquí está el baño, las habitaciones y el lavadero— habla dirigiéndose a otra puerta. Miramos las habitaciones que eran bastantes grandes y luminosas.
Recorrimos las habitaciones y luego Amely abrió la puerta trasera que conducía a un gran patio con una piscina ni muy grande ni muy pequeña y un bonito jardín. Después de recorrer el patio volvimos adentro.—Y este lo hice yo—habla orgullosa mostrando la "pintura" que había en una de las paredes de la sala.
—Que chulo— le sonríe Amely sin más y luego se dirige a mi. —¿Y? ¿Te gusta?
—¿La casa?Me gusta mucho. ¿A ti?
—También. Me encanta.
—Entonces.. ¿les gusta?
—Mucho- hablamos las dos
—La compramos. ¿No?— me pregunta.
— Por mi si.
—Por mi también. Así que si, la compramos.
—Esta bien- sonrie. Firmamos los papeles y entregamos el dinero.
—Esto es suyo— nos tiende las llaves.
—Gracias.
—A ustedes. Adiós.
—Adiós.
—¿Como siendo artista puede hacer eso?—Pregunta apenas se fue.
—¿Que?
—Esa salpicadura de pintura en la pared . Eso ni siquiera es arte.
—Es lindo— digo solo para molestarla. A decir verdad a mi tampoco me gustaba.
—Elenaa. A ti ni se te ocurra hacer eso. No estudiaras cinco años para tener eso en tu living.
—Claro que no lo haré. Tampoco me gusta. Otra cosa que no me gusta es el color de las paredes del cuarto.
—Vamos a comprar pintura entonces. Para el cuarto y el living.
—Esta bien. Vamos. ¿trajiste tus muebles hasta aquí?
—Si, están aquí. Pero me gustaría cambiar algunos.
—¿Cómo cuáles?
—El sofá, y los de la habitación. ¿Te parece?— Me pregunta subiendo al auto.
—Me parece bien— respondo tambien subiendo. Quince minutos después llegamos al centro comercial.
—¿Vamos a ver los muebles primero?
—¿Tu que dices?
—Que primero los muebles.
Caminamos hasta llegar a la mueblería. Luego de mirar algunos, se detiene frente a un pasillo.—Me gusta este— Me muestra un juego de dormitorio compuesto por una cama y mesas de luz
—¿En blanco?
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La Canción De Medianoche
RomanceAmely una profesora de Historia del Arte y Elena una estudiante de periodismo se conocen de casualidad en el estacionamiento de la universidad luego el destino las cruza por los pasillos de está y de a poco los sentimientos aparecen, una noche de lu...