Heredero ☘ ChanIn

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El vuelo duró aproximadamente unas once horas, Chan y Jeongin durmieron varias de estas, las demás se la pasaron hablando. Ya habían llegado al aeropuerto de París, estaban encantados con las personas, el idioma, la cultura, todo les parecía completamente hermoso y atractivo.

Decidieron ir al hotel para descansar un rato del largo vuelo, Jeongin empezaba a sentir nuevamente el insistente dolor en su parte baja. Al llegar al hotel, Chan propuso quedarse en una habitación diferente, sin embargo, dijeron que por el momento todas las habitaciones estaban ocupadas y por lo menos debería esperar de dos a tres días para quedarse en otra habitación. No les quedó de otra más que subir juntos e intentar controlar a Jeongin.

—Voy a tomar una ducha —habló el alfa entrando al baño con una toalla sobre su hombro.

Jeongin empezó a desempacar, no se sentía bien, su omega quería que Jeongin se metiera en el cuello de Chan y se quedara aspirando el delicioso aroma. Jeongin tenía vergüenza ya le había hecho pasar muchos percances a Chan con su celo.

Salió de sus pensamientos cuando vio al alfa salir con tan solo una toalla alrededor de su cintura, su torso con pequeñas gotas de agua descendiendo de este, se veía tan sexy, tan caliente tan... Mierda, Jeongin, ¿qué piensas? Se regañó y decidió dejar de verlo como si se lo fuera a comer.

—Creo que también tomaré una ducha —dijo mirando hacia el suelo sonrojado.

—¿Te sientes bien? —preguntó el alfa preocupado.

—Sí, todo bien —sin más se levantó de la cama y se fue en dirección al baño.

Mierda, en su mente solo estaba su omega gritándole que ese era su alfa, que lo quería y necesitaba. Sí, ya lo sabía, desde que su omega empezó a molestarlo con Chan, lo supo, desde que su omega empezó a sentirse feliz cada que lo veía, Chan es su destinado.

Jeongin salía del baño, se encontró con un Chan dormido bajo las suaves colchas, decidió tomar un supresor y acostarse al lado del alfa, sin cruzar la línea claramente, cada quien por su lado.

1:00 AM

Chan despertó casi ahogado, el olor de Jeongin estaba por toda la habitación y lo estaba mareando más de lo debido, observó al omega a su lado y admiró su cara sudada, rojo hasta las orejas y muy húmedo. Jeongin se encontraba dándole la espalda y pudo ver perfectamente la cama mojada, llena de lubricante natural. Mierda, Jeongin tiene un celo demasiado fuerte, pensó el alfa, se levantó lentamente de la cama y fue al baño.

Por otro lado, el omega se encontraba en un sueño húmedo dónde su esposo era el protagonista, el omega estaba cegado por el placer, soltando su aroma cada vez más fuerte junto con feromonas de excitación, chorreaba lubricante por su entrada y justo cuando el alfa lo iba a penetrar y quitar aquel dolor insoportable de su vientre, despertó.

—¡Chan! —casi gritó cuando despertó.

—Estoy aquí, ¿quieres un poco de agua? —preguntó el alfa saliendo recién del bañó.

Jeongin se armó de valor, necesitaba al alfa y le daba igual el matrimonio forzado, entre más lo veía y admiraba, más quería que lo tuviera encima dándole fuertes embestidas que lo dejaran un buen tiempo con dolor.

—Chan, ¿podrías... —inhaló y exhaló fuertemente—, ayudarme? —habló mirándolo fijamente desde la cama, el alfa quedó estático en la puerta del baño.