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Chan se quedó callado meditando las palabras recién dichas por el omega, era verdad, sus lobos son muy inquietos y tercos, no dudarían en tomar control sobre ellos y hacer cosas

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Chan se quedó callado meditando las palabras recién dichas por el omega, era verdad, sus lobos son muy inquietos y tercos, no dudarían en tomar control sobre ellos y hacer cosas... indebidas.

Chan puso su semblante serio y dirigió su mirada hacia el omega frente a él.

—Es verdad, sin embargo, no vamos a hacer "cosas de pareja". Dejemos que todo fluya libremente.

Jeongin lo miró a los ojos y pensó en sus palabras, el alfa no le gustaba, bueno, no tanto. Sin embargo, quería lograr que ese alfa serio y de buen carácter cayera ante él, quería verlo rogando por él y su cuerpo.

—Me parece bien —finalizó el tema.

—¿Qué te parece si damos una vuelta por París? Al fin y al cabo, hay que disfrutar del viaje —habló el alfa con un tono burlón pero amigable.

—Está bien —habló Jeongin serio.

—Bien, me arreglo y salimos —se levantó de la mesa y fue directamente al baño.

Mientras tanto Jeongin pensaba cómo lograr que el alfa cayera ante él, porque lo que Jeongin quiere, lo tiene, o bueno, eso es lo único bueno que sus padres le enseñaron.

Pasados unos minutos Chan salió ya arreglado, su cabello húmedo y su delicioso aroma.

—¿Nos vamos? —preguntó el alfa.

—Sí —respondió Jeongin saliendo del cuarto con Chan siguiéndolo.

Tomaron un taxi, no hablaban francés obviamente, pero con un poco de inglés básico sobrevivirían.

Jeongin observaba hasta lo más mínimo de la ciudad mientras iban en el auto, era muy hermoso. Toda su vida estudió y trabajó duro sin siquiera concentrarse en que él también debía disfrutar, quería dirigir la empresa de su padre, era uno de sus más grandes sueños y al parecer el alfa se lo iba a conceder.

—¿Qué tal si hoy vamos a la Torre Eiffel? —preguntó Chan viendo su teléfono donde buscaba sitios turísticos lindos para que, tanto él como el omega, disfrutaran.

—Cliché~, parece que amas las cosas clichés —habló el omega en un tono burlón.

—Claro que no, solo que es lo más conocido y pensaba en ir a conocer mucho más, se ve muy hermoso. Pero si quieres podemos ir a La catedral de Notre Damen— respondió Chan un tanto avergonzado, tal vez si era muy cliché.

—Como quieras, pero yo decido mañana —advirtió el omega mirando al alfa.

—Está bien, entonces a la Torre Eiffel —habló al conductor del taxi, este arrancó directo al lugar dicho por el alfa.

—Está bien, entonces a la Torre Eiffel —habló al conductor del taxi, este arrancó directo al lugar dicho por el alfa

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Pasaron una tarde llena de risas y felicidad, el omega se sentía cálido y muy seguro con el alfa.

Fueron a un centro comercial cerca de la Torre Eiffel, compraron algunas prendas de ropa y recuerdos tanto para ellos como para sus padres.

Ya estaba anocheciendo así que decidieron salir para observar la hermosa Torre Eiffel, brillaba frente a sus ojos, era totalmente hermosa.

Jeongin observaba atento hacia la hermosa Torre frente a él, mientras Chan observaba a tan hermoso omega a su lado. Jeongin es hermoso, de lado se puede apreciar detenidamente sus hermosas y largas pestañas, su pequeña nariz y su cabello gris que es poco notorio gracias a la noche, pero gracias a las luces de la Torre lograba verlo perfectamente. El lobo de Chan estaba feliz, saltando por todos lados, su omega era hermoso.

Jeongin sintió la pesada mirada del alfa sobre él, así que volteó su mirada hacia el alfa. Era muy guapo, su porte, su elegancia que a pesar de estar informal se veía completamente elegante y lindo. Se quedaron mirando fijamente, Jeongin iba a hablar hasta que Chan posó su mano en su mejilla izquierda y habló.

—Jeongin —dijo Chan.

—Chan —habló Jeongin mirando a los ojos del alfa.

Chan no pudo más, entre su alfa rasguñando porque besara al omega y sus deseos de volver a hacerlo.

Estampó sus labios contra los ajenos, el omega se sorprendió un poco, sin embargo, correspondió gustoso. Los gruesos labios de Chan y los delgados de Jeongin encajaban completamente bien, sus labios danzaban sin importar que o quien estaba a su alrededor. Chan tomó la cintura de Jeongin y el último mencionado enrolló sus brazos alrededor del cuello del alfa. Era un beso profundo y cargado de deseo por parte de ambos, sus lobos aullaban felices y ellos en parte también lo estaban.

 Era un beso profundo y cargado de deseo por parte de ambos, sus lobos aullaban felices y ellos en parte también lo estaban

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Heredero ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora