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El omega se encontraba recostado en la camilla del consultorio, el doctor que los atendió fue muy paciente y entendía sus nervios

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El omega se encontraba recostado en la camilla del consultorio, el doctor que los atendió fue muy paciente y entendía sus nervios.

Jeongin tomaba la mano de su alfa fuertemente, mientras que el doctor ponía el gel en su pequeña pancita, un escalofrío recorrió el cuerpo del omega, el gel estaba frío, eso hizo que hiciera un leve puchero y a Chan no pudo parecerle más tierno.

—Bien, aquí... —señaló una pequeña mancha en la pantalla mientras movía el aparato por vientre del omega—, esta pequeña mancha que ustedes ven es su cachorro.

Jeongin cubrió su boquita con su mano totalmente emocionado y Chan, quien observaba la pantalla, además de la emoción de su omega, no mentiría estaba demasiado feliz de ver a sus lindos bebés.

El alfa dirigió su mirada hasta los hermosos y brillantes ojos del omega mientras una lágrima rodaba por su mejilla, lágrimas rodaban por los hermosos ojos de su omega, ambos se sentían totalmente emocionados al ver por primera vez a su lindo cachorro.

El doctor tomó las respectivas fotos y le entregó a Jeongin una toalla para que limpiara su vientre y para después decirles que los esperaría para hablar de algunos asuntos sobre el embarazo, dándoles así un poco de espacio.

Chan no podía borrar de su rostro su enorme sonrisa, dejó un beso en la frente de su omega y luego descendió hasta sus labios dejando un casto pero tierno beso en sus labios.

—Te amo, gracias, gracias mi vida —Chan sonaba totalmente emocionado y eso a Jeongin no podía encantarle más.

El omega se levantó un poco abrazando del cuello al alfa, aspirando su delicioso aroma y sintiéndose más feliz que nunca.

Pasados unos minutos el omega limpió su vientre con ayuda de su esposo, para después levantarse y dirigirse hasta el escritorio del doctor sentándose frente a él.

—Su cachorro está completamente saludable, sin embargo, le recetaré algunas vitaminas para que las tome todos los días después de cada comida, no deben olvidar la buena alimentación, por ahora todo se encuentra en orden, felicidades —el doctor les entregó las fotos que tomó en el ultrasonido.

Los ojos del omega brillaron ante las lindas fotos en sus manos.

—Por lo general los omegas suelen tener un último celo, hay algunos casos en los que no sucede, pero es probable que en el suyo sí suceda y si lo hace puede que sea mucho más fuerte que cualquier celo que haya tenido ya, así que deben estar alertas. Con respecto a las relaciones sexuales pueden tenerlas normalmente, por supuesto con el debido cuidado hacia el vientre del omega a medida que crezca, solo les pido que cuando cumpla los respectivos 8 meses no tengan más contacto que incluya penetración, ya que eso puede llegar a lastimar al cachorro y con respecto a nuestros encuentros, serán todos los meses —ambos asentían conforme el doctor hablaba, el beta escribió algunas cosas en su computadora y prosiguió—. Estás a punto de cumplir tres semanas de embarazo, felicidades —el doctor se levantó estirando su mano a modo de despedida para después entregarle al alfa, quien había correspondido a su saludo, la receta médica donde autorizaba las vitaminas del omega.

Sin más la pareja salió del consultorio totalmente feliz, el Alfa tomaba la cintura de su Omega y este sonreía mientras caminaban hasta el auto.

Al día siguiente su rutina comenzó un tanto diferente o al menos para el omega, despertó con lindos besitos en su pequeña pancita, al abrir sus ojos pudo observar cómo su alfa había subido su camiseta de dormir y besaba su vientre mientras susurra...

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Al día siguiente su rutina comenzó un tanto diferente o al menos para el omega, despertó con lindos besitos en su pequeña pancita, al abrir sus ojos pudo observar cómo su alfa había subido su camiseta de dormir y besaba su vientre mientras susurraba palabras que no lograba entender del todo.

—Chan, amor, ¿qué haces? – una pequeña risita salió de sus labios mientras acariciaba los rubios cabellos de su Alfa.

—Hablo con nuestro cachorro —Chan se levantó de su vientre para depositar un beso en los delgados labios del omega.

Pasadas unas horas estaban en la empresa, como siempre siendo saludados por los empleados, mientras ellos devolvían el saludo.

Al llegar hasta sus oficinas se toparon con la secretaria, la cual maquillaba rápidamente su rostro y arreglaba su exagerado escote.

—Buenos días, Yuqi —saludó el alfa, quien observó por última vez a su omega y se adentró hasta su oficina. Jeongin le había pedido que actuaran como si no fueran esposos, no entendía el por qué, sin embargo, no protestó.

—Señor Yang —lo llamó Yuqi, quien salió casi corriendo de su escritorio para dirigirse hasta él.

—Señorita Yuqi —Jeongin la observó expectante.

—Señor, le pido que se tome esto de la mejor manera y se lo diré con todo el respeto —habló la chica observándolo, Jeongin asintió confuso—. Seré breve, el señor Bang me interesa y creo que estás interfiriendo entre nosotros —habló ella con aires de grandeza en su rostro.

Jeongin frunció el ceño, para después levantar una de sus cejas esperando que la chica siguiera hablando.

—Bueno, usted debe tener un alfa, lo digo por su marca —la chica estuvo a punto de tocarla con su dedo índice hasta que el omega la alejó de un manotazo—. Su aroma es mucho más fuerte y estoy casi segura de que está esperando un cachorro, no quisiera tener que contactar a su alfa y tener que decirle que su omega lo engaña y tal vez ese cachorro ni es su... —las palabras de la chica fueron interrumpidas por el fuerte golpe en su mejilla.

—Mira, niña, no sé por quién me tomas, pero te aseguro que no puedes jugar así conmigo, no puedo creer que seas tan estúpida, tuve demasiada paciencia contigo, pero me cansé. Por si no te diste cuenta, sí, tengo un alfa. Sí, estoy esperando un cachorro, pero mi lindo alfa es nada más y nada menos que Bang Chan y no solo es mi alfa —Yuqi observaba enojada a su jefe mientras su mano estaba sobre su mejilla recién golpeada—. También es mi esposo y si no te queda claro aún, estás despedida, por favor, recoge tus cosas y no te quiero cerca de mi esposo y mucho menos de mí. Adiós —Jeongin casi corrió hasta la oficina de su esposo.

Chan levantó la mirada de aquellos documentos al ver a Jeongin entrar rápidamente a su oficina y correr hasta su baño, se levantó rápidamente y lo siguió.

—Tranquilo, todo está bien, es normal, iré por un poco de agua —Chan acariciaba la espalda de su omega, mientras el recién mencionado vaciaba su estómago, el alfa hizo el intento de levantarse hasta que la mano de su omega no se lo permitió y no pudo resistirse al ver sus hermoso ojos llenos de lágrimas.

—Quédate no me dejes aquí, solo... —no pudo terminar de hablar cuando ya estaba nuevamente con la cabeza enterrada en el inodoro.

Chan soltó un pesado suspiro y volvió a su tarea de mimar al omega.

Chan soltó un pesado suspiro y volvió a su tarea de mimar al omega

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Heredero ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora