Heredero ☘ ChanIn

╰⊱ 03

—Chan —entraba un animado Changbin al bar donde encontró a su mejor amigo en la barra tomando un trago, se sentó a su lado y le preguntó—. ¿Qué sucedió? ¿Por qué esa cara amigo?

El mencionado ni lo miró solo dijo:

—Me voy a casar, Changbin —y se dio un golpe contra la mesa.

Changbin se sorprendió. ¿Hace cuánto su amigo había conseguido un omega? ¡Y no le contó!

—Bájale ahí, ¿me estás diciendo que te vas a casar? ¿Así, de la nada? ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿Lo conozco? —su amigo lo bombardeó con preguntas.

Chan lo miró por primera vez en lo que había llegado y habló.

—¡Ni yo lo conozco! Changbin, mis padres quieren que me case con él por dinero y para que la empresa crezca y toda esa mierda.

Changbin notó el enojo y la tristeza en la voz y los ojos de su mejor amigo, y claro, ¿cómo no? Su sueño era casarse con el amor de su vida, no por algo arreglado por sus padres. Le acarició un poco la espalda.

—Amigo, lo siento mucho. Sé que es algo que no quieres, pero creo que no hay más alternativas.

Chan asintió y respondió.

—Es un tal Yang Jeongin, mi padre dijo que su padre es uno de los empresarios más grandes de Corea y necesita un alfa para que dirija su empresa, nosotros necesitamos crecer en dinero y prestigio y esta es una de las maneras, según mi padre —Changbin asintió y procesó cada una de las palabras dichas por su amigo.

La noche pasó entre tragos amargos por parte de Chan y agua para Changbin, ya que el último manejaba y Chan simplemente no estaba en condiciones.

Changbin llevó a su amigo a su casa, lo dejó en su cuarto y lo último que dijo Chan fue:

—No me quiero casar, Bin —y derramó una lágrima, Changbin la limpió rápidamente con su dedo pulgar, odiaba ver a su mejor amigo así, pero ya no había nada que hacer, quedaban exactamente 6 días para la boda según lo que le contó Chan, solo esperaba que ese omega lograra al menos animar a Chan de alguna u otra forma.

Dos días después

La molesta alarma sonó, el omega la apagó con nada de ganas de levantarse, ¿por qué? Simple, aquel día conocería a Bang Chan su prometido y futuro esposo.

Se levantó perezosamente, se bañó, hizo sus necesidades y se cambió. Bajó a la sala donde recibirían a sus invitados encontrándose con su madre y padre, como siempre: serios y fríos.

—Buenos días —habló Jeongin.

Su padre que recién lo veía lo observó detenidamente de arriba hacia abajo y le respondió.

—¿Te vas a vestir así para recibir a tu alfa?

Jeongin sintió toda su sangre hervir mientras corría por sus venas. ¿Cómo mierda lo obliga a casarse y de paso le dice como vestir?

Lo observó fijamente y respondió.

—Te debe importar una mierda como me vista, es a él al que le debo gustar y si no le gusta como soy, me vale una hectárea enorme de mi verga —casi escupió en la cara de su padre, su padre iba a responder y hasta casi tomarlo del brazo cuando de repente los interrumpe el sonido del timbre, su padre le dio una última mirada y fue a abrir la puerta.

—Buenas tardes, señores Bang —habló su padre, Jeongin no quería mirar, no lo quería hacer.

No hasta que sintió ese delicioso olor a naranja con fresa y sí, levantó la mirada, se encontró con un chico un poco más alto que él, ojos grandes, pero que al sonreír lograban hacerse unas perfectas líneas en sus ojos, su cabello rubio muy bien peinado usando un traje negro que le quedaba a la perfección, se regañó internamente.

¿Por qué mierda pensaba eso? Ni lo conocía, casi nunca conectaba con su lobo, su lobo odiaba todo tipo de olores de alfa, es la primera vez que le llama la atención uno, estúpido lobo.