╰⊱ 09

718 83 0
                                    

Jeongin se cambió los pantalones y su ropa interior, ya que esta estaba llena de lubricante y bueno, su pantalón es blanco así que era evidente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jeongin se cambió los pantalones y su ropa interior, ya que esta estaba llena de lubricante y bueno, su pantalón es blanco así que era evidente. Lo bueno era que tenía un pantalón blanco de repuesto por cualquier incidente, según su madre, y le agradece mentalmente que lo molestara tanto para llevar el pantalón de repuesto.

Salieron del bañó y se encontraron a sus padres, los de ambos.

—Hijo, qué bueno que te encontramos, su vuelo sale en unas horas así que deben irse ya —habló la madre de Jeongin.

Jeongin miró a Chan, extrañado por lo que su madre acababa de decir.

—Mamá, ¿vuelo? ¿A dónde? —habló Jeongin a su madre muy confundido.

—A su luna de miel —habló esta vez la madre de Chan—. Los señores Yang les dieron de regalo de bodas un viaje a Francia —habló un tanto entusiasmada.

Chan observó nuevamente a Jeongin y recordó que sus padres también les habían dado la casa donde "formarían una familia", según su padre. Chan habló.

—Muchas gracias, señores Yang, pero Jeongin no tiene su maleta y yo tampoco, así que... —la madre de Jeongin lo interrumpió.

—Por eso no te preocupes, querido, yo hice las maletas de Jeongin y tu madre las tuyas. ¡Sorpresa!

Chan y Jeongin se vieron el uno al otro y pensaron, estamos jodidos, un alfa con un omega en celo.

No es que Chan sea un alfa que abuse de su poder ni mucho menos. Pero, por instinto, Jeongin querría estar con el alfa y en algún punto no serían suficientes los supresores, ni el aroma de Chan, nada. En serio NADA calmaría a Jeongin y él lo sabe.

Ya resignados se encontraban en el avión con destino a Francia, Chan pensaba en alquilar otra habitación así Jeongin estaría tranquilo en su celo y sin restricciones a lo que necesitara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya resignados se encontraban en el avión con destino a Francia, Chan pensaba en alquilar otra habitación así Jeongin estaría tranquilo en su celo y sin restricciones a lo que necesitara.

Por otro lado, Jeongin pensaba cómo mierda iba a pasar su celo, son demasiadas horas de vuelo y prácticamente sus padres los habían puesto en un taxi hasta el aeropuerto, así que no pudo comprar supresores, recordó que Chan le había llevado dos cuando estaban en el baño, decidió preguntarle si tenía más, Chan se encontraba a su lado perdido en sus pensamientos.

—Chan... —lo llamó.

Chan volteó a mirar, encontró la mirada preocupada de Jeongin así que decidió responder tranquilo y con calma.

—Dime...

—Me preguntaba si tendrías más supresores, nuestros padres nos echaron prácticamente y no pude comprar, me preocupa que se vaya el efecto — habló el omega con un tono de preocupación en su voz.

Chan le devolvió la mirada y pensó que no había una solución clara, más que Jeongin aguantara el dolor y se encerrara en el baño del avión, a su mente llegó preguntarle a la azafata de seguro ella tendría algunos.

—Disculpe... —llamó el alfa a la chica que llevaba el carrito.

—Dígame —respondió de igual manera la beta, se veía amable.

—Mi... —dudó en decirlo, pero al final lo hizo—, mi esposo necesita unos supresores, me preguntaba si tendría algunos.

—Claro —la chica sacó de la parte baja del carrito los supresores, le dio una tableta completa y Chan la pagó.

—Gracias —agradeció el alfa.

Jeongin se encontraba completamente rojo, Chan lo llamó "esposo" y a decir verdad, le gustó. Por la mierda que se sintió bien, su omega saltaba feliz y empezaba a pedirle que besara y mimara al alfa, quería meterse en la curvatura de su cuello y aspirar de su aroma hasta cansarse.

—Muchas gracias, Chan —tomó entre sus manos la tableta de supresores.

—No hay de que —y le regaló una cálida sonrisa, esas en las que sus ojos desaparecen y se convierten en dos tiernas líneas. Y eso a Jeongin no pudo parecerle más tierno.

El resto del viaje fue tranquilo, hablaron sobre sus vidas, se conocieron un poco mejor y se llegaron a entender. Hubo un momento en el que el alfa sentía el olor de Jeongin un poco más fuerte de lo normal, le dijo que tomara los supresores y así lo hizo el omega.

Horas más tarde cayó en un sueño profundo, descansando su cabeza en el hombro del alfa y este último abrazándolo por sobre los hombros como muestra de protección y cayó rendido al igual que el omega con ese delicioso aroma inundando sus fosas nasales.

Horas más tarde cayó en un sueño profundo, descansando su cabeza en el hombro del alfa y este último abrazándolo por sobre los hombros como muestra de protección y cayó rendido al igual que el omega con ese delicioso aroma inundando sus fosas nasales

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Heredero ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora