Heredero ☘ ChanIn

╰⊱ 19

Chan carraspeó esperando que se dieran cuenta que se encontraba allí y así fue, Jeongin dejó de reír y el hombre tras él se alejó. Eso relajó un poco al lobo de Chan, sin embargo, estaba alerta.

—Oh, hola, ¿acabas de llegar? —preguntó Jeongin organizando el desorden que habían hecho con Hyunjin.

Estuvieron haciendo cupcakes de naranja, los preferidos de Jeongin. Seungmin, el esposo de Hyunjin llamó para decir que saldría y el alfa no tenía nada más que hacer que acompañar a Jeongin, así que se quedaron cocinando.

—Sí. Buenas noches.... —se quedó esperando con la mano extendida a que el alfa contestara con su nombre.

—Hyunjin. Gusto en conocerte —habló Hyunjin con su característica sonrisa aceptando el saludo de Chan y estrechando su mano con la del contrario.

Chan le devolvió la sonrisa.

—Chan —incómodo, se sentía incómodo.

No lo conocía, ¿qué hacía en su casa? ¿Por qué estaba detrás de Jeongin tomándolo por la cintura como si fueran una pareja? Jeongin le dijo que saldría con un amigo, no con este tipo.

—Bueno, creo que me voy. Adiós, Innie —dejó un pequeño beso en la frente del omega—. Nos vemos, adiós, Chan.

Chan observó la escena, totalmente serio y con un toque de enojo, él besó su frente, la de su omega.

Sin más, el alfa abandonó la residencia dejando en un total silencio al omega y el alfa.

—¿Quién es ese chico y que hacía en nuestra casa? —cuestionó Chan acercándose al omega.

Jeongin tenía una cara neutral, estaba serio y enojado con Chan, aún no se le olvidaba lo de la noche anterior.

—¿Te interesa? —dijo seco y cortante retándolo con la mirada.

—Claro que lo hace. Estaba en nuestra casa y no lo conozco, no es ninguno de los que fueron a nuestra boda.

—No te hagas el preocupado ahora —habló Jeongin apagando el horno y dirigiéndose a las escaleras.

—No me hago el preocupado. Jeongin, responde, ¿quién es ese chico? —volvió a preguntar Chan siguiéndolo, tenía los nervios de punta.

Jeongin se giró sobre sus talones y lo observó serio y enojado.

—No te lo voy a decir, si estás preocupado por lo que hago con él es mi problema. Además, es normal, busco lo que alguien no quiso darme —habló remarcando el "alguien".

—¿Qué tratas de decir? Te dije que era una emergencia, lo siento.

—No me importa. Tú lo prometiste, me lo prometiste, Bang —dijo Jeongin enojado y con su ceño fruncido observando a Chan.

—Lo sé, lo siento —se disculpó Chan intentando detenerlo, ya que estaba subiendo las escaleras.

—No me interesan tus disculpas —siguió su camino.

—Jeongin —lo llamó el Alfa.

—¿Qué? —respondió.

—Tenemos una cena a las 19:00 en casa de tus padres, estarán los míos.

—Son las 18:20, me iré a arreglar. Deberías hacer lo mismo —el omega le dedicó una última mirada y siguió su camino.

Chan se quedó pensando en lo dicho por el omega, Chan sentía algo por Jeongin y sí, la cagó cuando se fue sabiendo que le había prometido que lo harían. Tenía miedo, ¿y si Jeongin buscó lo que él no le dio?

Ya ambos listos y con 10 minutos de anticipación llegaron a la casa de los padres de Jeongin, no hablaron mucho solo lo necesario. Chan sabía muy bien que Jeongin estaba enojado y en parte le daba la razón.

Chan dio tres golpes a la puerta, la cual fue abierta por el señor Yang, quien estrechó su mano con la de Chan y saludó a su hijo. Los invitó a pasar y se sentaron en la sala mientras el señor Yang iba por un vino a la cocina.

Chan tomó la mano de Jeongin y entrelazó sus dedos, Jeongin le dedicó una mirada de enojo, sin embargo, no dijo nada. El señor Yang volvió pocos minutos después junto con su esposa, se sentaron en frente de la pareja y su mirada paró en las manos entrelazadas de ambos chicos.

—Chan, me gusta tu traje —comentó la señora Yang.

—Oh, muchas gracias, señora —Chan le dedicó una sonrisa de esa en la que sus ojos se hacen dos pequeñas líneas.

—¿Cómo te ha tratado mi hijo? —preguntó el señor Yang sirviendo las copas de vino.

Chan sonrió.

—Bien, es un excelente esposo, es hermoso. Un poco gruñón, pero muy tierno —dijo Chan observando de reojo a Jeongin quien tenía un fuerte sonrojo por toda su cara.

—Eso me alegra y, ¿qué tal en la cama? —preguntó de nuevo el señor Yang con una sonrisa pícara.

Chan frunció un poco el ceño, eso es algo totalmente personal, siquiera han tenido relaciones.

—Creo que eso es algo privado —habló Chan tomando su copa de vino y dándole una a su esposo.

—¿Eso quiere decir que es malo? —cuestionó bebiendo de su vino la señora Yang.

Chan abrió un poco sus ojos, sorprendido y negó de inmediato.

—No, jamás quise decir eso, pero dejemos el tema en que es bueno y ambos disfrutamos —mintió Chan.

El señor Yang asintió y habló nuevamente.

—¿Y la marca de mi hijo?

Chan respiró profundamente, Jeongin aún no sabía nada de ese tema y no planeaba decirle.

—La marca la tendrá pronto, por ahora estamos un poco ocupados con trabajo y queremos saber un poco más del otro —sonrió incómodo Chan.

Jeongin escuchaba y observaba detenidamente, ¡siquiera han tenido relaciones! ¿Cómo va a tener una marca? Y lo peor, ¡lo están haciendo ver como si fuera una obligación!

El señor Yang iba a volver a hablar hasta que Jeongin lo interrumpió.

—Padre, creo que es suficiente de preguntas hacia mi esposo. ¿Podemos pasar a la cena? —dijo intentando salvar a Chan de más preguntas incómodas.

—Claro —y justo cuando iban hacia la mesa, la puerta sonó de nuevo, los señores Bang llegaron.