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Mónaco 2020

Desde aquella noche comencé a intercambiar mensajes con Cesar. Solo Carla lo sabía, y era tiempo de decirle a Arthur.

—Se puede saber por qué estamos aquí.

Llega al café al que veníamos desde adolescentes.

—Porque amo el café y quería verte.

—No es cierto -da un sorbo a su bebida- no eres la única que conoce al otro.

Arthur supo que conocí a un chico en una fiesta y que el mismo fue el que nos interceptó aquel día en Francia, pero no le conté que lo encontré en Italia ya que él había regresado a Mónaco antes.

Y supongo que Charles no le contó nada porque él estaba viajando bastante y a pesar de que la temporada terminó, aún tenía mucho trabajo con Ferrari.

Al ver que no iba a hablar cambio el tema para ponernos al día.

—¿Como te va en tu nuevo trabajo?

—Es tan perfecto que aún no lo creo -comienzo a contar- el proyecto ya tiene fecha de lanzamiento.

—Tu propia línea de ropa -sonríe- Athena Bianchi tiene un lugar en Ferrari.

—Ferrari Style -aclaro.

—El gran rojo es el gran rojo del modo que sea.

Había convencido a la junta de Ferrari abrir una marca de diseños exclusivos con su nombre en ella. Siendo yo ya diseñadora y encargada de todo.

Era una responsabilidad gigante, pero no lo hubiera propuesto sin la seguridad que tenía de que sería un éxito.

—Apenas los veo -se cruza de brazos recargándose en la silla- a Charles y a ti, Ferrari los va a consumir.

Tenía razón desde que la propuesta fue aprobada no tenía tiempo para nada que no fuera trabajo.

—Lo siento.

—No tienes por que disculparte, yo también estoy en lo mío.

Me contó sobre su ingreso en la Ferrari Driver Academy.

Estaba feliz por él, dejo el karting por una necesidad familiar y ahora Charles se podía permitir el pagar el deporte tan costoso para que Arthur hiciera lo que le gusta.

—Te traje aquí por algo.

Asiente y me hace una seña para que continúe.

—Resulta que estoy... no se si decirlo así -posa sus codos en la mesa y sostiene su cara con su mano- ya te eh contado que eres un dramático.

—Perdí la cuenta de cuantas veces lo has hecho -alza los hombros- ,no me cambies el tema.

—Pues estoy saliendo con Cesar -digo rápidamente- él mismo que conocí en aquella fiesta, también es a quien nos encontramos en ese café en Francia y lo volví a ver en aquella fiesta en Monza.

Arthur parece procesar todo con esa cara que pone mirando hacia la nada con el ceño un poco fruncido.

Parece estar así por un tiempo hasta que abre la boca para hablar, pero aún así no dice nada.

Dancing With Your GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora