Dancing With Your Ghost

16

Cerré mi laptop después de tener una junta en línea con el equipo de la marca. Ya tenía el equipo completo y me acababan de informar que habría una gala de Ferrari. En la que después de todos los contratiempos por el COVID anunciaríamos.

Llevaba mucho tiempo sin salir y ya ansiaba volver.

Tome mi teléfono y llame a Arthur:

—Burdel de los Lecrerc -contesta- con cuál de las tres bellezas le gustaría pasar la noche para hacer lo que usted quiera. Así es... sin oposición de nuestros chicos.

Suelto una carcajada sonora y no puedo hablar de la risa que siento.

—Déjate de tonterías Arthur.

—No niegues que esto me traería mucho dinero.

—Sí lo haría. Hasta yo sería consumidora frecuente -le sigo- pero el menor se ve un poco más inexperto así que ese no me funciona.

Escucho una risa falsa del otro lado de la línea.

—Te aprovechas de la situación mujer -puedo ver cómo rodea los ojos del otro lado- ¿Cómo estás?

—Bien -le digo- ya sabes sobre la gala que dará Ferrari después de Monza.

—¿Gala? Charles no me a dicho nada -responde- está aquí déjame preguntar.

Cambiamos el modo de llamada a una de video y por la pantalla veía como caminaba por la casa. Salió a su patio y cambió la perspectiva mostrando a Charles en un camastro tomando el sol.

—Habrá una gala de Ferrari y no me invitaste -le reclama- Thena me dijo antes que tú.

Alguien me toma y me veo cara a cara con Charles.

—Eres una chismosa Athena Bianchi.

—Y tú un mal hermano.

—Dámela.

Veo el cielo por la pantalla y escucho como estos dos pelean hasta que es Arthur a quien veo desde una perspectiva baja para mi.

Supongo que trata de hacer que Charles no alcance el móvil.

—Cálmate Lord Perceval -gritó en la bosina de mi celular.

Este se estira y veo como me toma con Arthur tras él.

—Ya tengo tu pase para el padoock de Monza, yo estaré antes ahí -me explica mientras camina- Charlotte estará en el mismo hotel, ella pasa por ti...

Arthur me toma de nuevo y sonríe victorioso. No le dura mucho porque puedo ver como es tlaceado con todo y ropa a la piscina y la llamada se cuelga.

▫️▫️▫️

Ya tenía todo listo para el viaje me hospedaría en Monza por unos días en el hotel donde estaban los demás pilotos y para Manarello me quedaría en mi apartamento.

Llegue un miércoles por la tarde y descansé el resto del día. Salí solo para cenar en el restaurante del hotel no sin antes dejar a mi perro en la guardería del lugar.

Me acerqué a la recepción y pedí mesa para uno cuando alguien llegó a mis espaldas dándome un gran susto haciendo que saltara y gritara.

—Eres muy dramática, fue un sustito- Lando se rio.

—Odio los "sustitos"

—Mesa para tres -Carlos corrigió al chico- tu te sientas con nosotros.

Recuerdo muy poco a Carlos, pero con esa fiesta creamos una hermandad entre otros pilotos. Los alcohólicos hacen a la unión.