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—Arthur definitivamente viene para acá —Charles me lo confirma— y te está viendo así que no te puedes esconder.

Me quiero morir.

—Soluciones no problemas, Lord Perceval.

—¡Eres un idiota! —grita antes de llegar.

Arthur empuja a su hermano y este no pone resistencia al menor. Y mucho menos le explica nada.

—Es mi mejor amiga —le grita— la hermanita de Jules.

Que Arthur se moleste así no es nada bueno, normalmente es el pacifico de entre nosotros.

—Hay medios aquí debemos llevar esto adentro.

Lorenzo aparece separándolos tomando el papel de hermano mayor que solía tener cuando Jules se fue.

Detrás de él aparece Tom.

Por un momento se detiene viéndome como a un fantasma. Hasta que me acerco con terror a que retroceda, pero en vez de eso nos abrazamos por un rato.

—Perdón.

—No es necesario —me dice— creo que tus razones son entendibles. Solo quisiera saber cuáles fueron.

Me separo asintiendo, le explicaría junto a toda la familia ya que viajáramos a Mónaco.

Arthur acepta después de estar terco y todos entramos box de Ferrari. En cuanto estamos en privado este se lanza para abrazarme.

—Me hubieras dicho que ya te dieron el alta.

—Como ya no hablamos...

Mi voz se apaga y él se separa con expresión de tristeza.

—Creí que tú no sabías nada de ella —Charles le reclama a su hermano menor.

—Y en cuanto supiste donde estaba la buscaste para añadirla a tu lista de cosas que me quitas.

—Esto es muy personal —dice Julia— y mi trabajo no es en Ferrari.

Ellos la miran confusos y la presento ya que ninguno la había conocido formalmente:

—Ella es Julia —la tomó para que no huya— es mi mejor amiga y es psicóloga de Red Bull.

Arthur pone una mano en su pecho diciendo un "Auch"

—No te remplazó niño —le dice Julia— hablaba tanto de ustedes que es imposible reemplazarlos.

Charles ríe y esto le recuerda Arthur que tiene un problema con él.

—¿Hace cuento están en esto?

Antes de que Lord Perceval hable lo interrumpo:

—Nos vimos hace unos días —digo rápido— cuando regrese a trabajar desde mi oficina en Manarello.

—Y lo de los medios es mentira —dice él— no estamos saliendo.

Durante esto solo me miraba con cara de reproche. De todas formas no había opción con la actitud del menor de los Lecrerc.

Tom me da un codazo, es difícil de convencer cuando se le mete una idea en la cabeza y él seguro que no se lo cree.

▫️▫️▫️

Solté el aire en mis pulmones tratando de relajarme. Sabía cómo solían ser los periodistas y esto era un buen negocio para ellos, tratarían de sacar el mayor provecho posible.

Instalaron una mesa con lugar para dos y a un lado estaba el coach que se encargaría de dar la palabra o en dado caso interferir si sucedía algo inadecuado.

—Se te vio a ti en específico algunos años atrás por algunos GP's —agrega otro chico— ¿Cuanto tiempo lleva su amorío?

La primera pregunta la evadimos ambos, es el tipo de noticia que quieren por chisme y polémicas.

—Por lo que podemos ver Charles tiene una relación pública con Charlotte Sine —dice la primera chica— ¿Como lo está tomando ella?

—No le importa —desde el fondo Silvia le hace señas a Charles— nosotros no mantenemos una relación en sí.

Tengo que interferir ya que a Charles eso de mantener nuestro secreto no le va nada bien.

—Lo que Charles quiere decir -sonrío para las cámaras- es que nuestra relación es más del tipo fraternal.

—¿Como es eso posible si nunca se les había visto juntos?

—Se te vio a ti en específico algunos años atrás por algunos GP's -agrega otro chico- ¿Cu

—Yo mantengo una vida privada.

Muchas personas comienzan a levantar las manos y antes de que alguno de ellos haga otra pregunta les suelto:

—Mi nombre es Athenea Melissandre Juliette Bianchi.

Un silencio se apodera de la sala y los nervios me carcomen por dentro hasta que Charles posa su mano en mi espalda.

Pasa un segundo y todo se vuelve un caos.

Un hombre sobresale de todos y cuestiona:

—Bianchi -repite- ¿Tiene algo que ver con Jules Bianchi?

Trago grueso y asiento.

—Soy su hermana -agrego- trabajo para Ferrari Style como diseñadora, soy inversionista y accionista de la marca.

—Esa es la razón de nuestra cercanía -Charles parece entender y me ayuda a pesar de que no le parece la idea- nos conocemos desde niños y ambos trabajamos mano a mano.

Después de una hora de preguntas más en sentido a nuestra marca (ya que todo nosotros estaba claro) salimos para dar inicio a la quali del f1.

Entramos al box y nuestros hermanos nos esperaban ya ahí.

—Ya volvemos -dice Tom señalando para que lo siga.

Una vez afuera las lágrimas comienzan a caer silenciosamente.

—Tenía que irme -digo como puedo- necesitaba sanar...

—Jules dejó una herida grave en todos -me consuela- Mel se encargó de sanar con la asociación, papá y mamá se encargaron con la FIA y nunca te pusimos atención a ti.

—¿Tu como lo hiciste? -pregunto.

—Acepte las terapias -me cuenta- comprendí que no volvería y seguí adelante por él...

—Lamentó no haberles dicho que me iba y no despedirme.

—Al menos mandabas cartas.

—Pero les mentí y huí, me escondí como una niña miedosa.

—Si te dieras cuenta de lo valiente que fuiste por aceptar la ayuda no lo verías de ese modo.

Charlamos por un rato y veíamos la quali desde las gradas.

Mi yo de la infancia estaría enojada conmigo si supiera que ahora me llevo bien con Tom y que Charles nos gusta.

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Fin de capítulo

Gracias por leer

Dancing With Your GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora