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La cena fue tranquila, los Lecrerc regresarían a Montecarlo por la mañana. Yo me quedaría algunos días aquí.

Subí a mi habitación y antes pasé por la de Jules. Abrí la puerta y la nostalgia me atacó de manera diferente. Ya no me sentía deprimida cada que pensaba en eso.

Había progresado bastante bien en este último año.

Su habitación estaba intacta, la cama al centro, su anaquel de madera con sus premios, medallas y el gran casco del número diecisiete en medio de todo.

Tome aquel marco con nuestra fotografía, éramos ambos con monos de la academia de Ferrari, el mío quedaba gigante, sonreía a más no poder.

—¿Tienes planes para este mes?

Asiento.

—Ire a Alemania un tiempo para perfeccionar detalles con Sussie.

—¿Cuando te vas?

—Diciembre diez —contesto— ¿Por que tanto interés en mi itinerario Lord Perceval?

—Como sabes... —se rasca la nuca.

—Al punto Charles —me rio.

—Es la entrega de premios de la FIA —continúa y mi corazón se acelera— y quiero que vallas conmigo.

Abro la boca sin saber que contestar. Creí que llevaría a Pascale.

—No estas obligada, puedes decir que no.

—Claro que voy Charles —salto enrollando mis piernas a su torso.

Dandole besos por dota la cara.

—Te amo Athenea Melissandre Juliette Bianchi.

—El nombre completo —levantó las cejas— yo te amo a ti Lord Perceval.

Se ríe negando y me da un beso en la comisura de los labios. Me baja y rodeo mis brazos a su cuello.

Música comienza a escucharse desde abajo así que corremos escaleras abajo al reconocer la canción.

Charles me adelanta por mucho, esperando debajo de las escaleras.

—Eres una lenta Thena —se queja.

—Sabes que no puedo correr —lo regaño.

Un escalón antes del último caigo cayendo encima de él.

—Esto me trae recuerdos —levanta y baja las cejas.

—Malos. Supongo. Me gane todo tu odio así.

—Te equivocas —susurra mirando a mis labios— me enamore de ti así.

Me da un beso. Ahí tirados hasta que un chillido agudo nos separa. Me rio y el hombre debajo de mi gruñe.

—Crece Arthur.

—No aquí —nos regaña como una señora religiosa— par de pescadores, cuando dije que aprobaba esto no le refería a que se podían poner cariñosos en lugares públicos.

Dancing With Your GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora