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Athena

El último pitido sonó y con eso el se fue para siempre...

Mi mente me jugó mal y mientras tanto doctores como enfermeras entraban a la habitación, esta me comenzó a traer recuerdos desconectándome de lo que pasaba, una memoria en específico fue el que desató la primera lágrima que salió.

—Entre a la academia Ferrari —decía Jules emocionado— esa es una oportunidad para entrar a la F1.

Salí del comedor hacia nuestro patio.

Jules me abandonaba, el único hermano con el que podía compartir mi tiempo; sin que este se mofara de mi. Me senté en el pasto y luego de eso él llego a mi lado.

—No estás feliz por mi —sonaba más a una afirmación que a una pregunta.

—Es solo que eres el único en casa al que le importo y te vas.

Este arruga la nariz en desacuerdo, es algo que ambos tenemos en común, si bien lo que no se hereda se pega.

—Mamá y papá no me hacen caso porque ambos están viejos para cuidar de mi —continuo— y a Tom y Mélanie no les caigo bien. No me quieren —sentencio.

—Ellos si te quieren —me consuela con mentiras— solo que no lo demuestran como yo.

Mis dos hermanos mayores eran malos conmigo, siempre me decían que yo era adoptada y me habían sacado de una perrera porque era igual de inquieta que un perro, y mis padres me tuvieron a una edad en la que estaban cansados de cuidar niños. Por eso Jules siempre me cuido como si de un padre se tratase.

Al ver que no hablaba él continuó:

—No me voy para siempre, es como las competencias de karting, solo que esta vez es en un auto mucho más rápido.

Que hablara de autos hacía que me brillaran los ojos, él me lo contaba con tanta emoción que contagiaba.

—¿Y podré ir a visitarte?

—Eso sí papá y mamá te dejan.

—Pues claro que me dejarán —me lance y lo abrace— si les digo que es para mejorar mi italiano no creo que se opongan.

—Algún día yo seré piloto de fórmula 1 para Ferrari y quien sabe quizás hasta seas una de las modelos mejores pagadas del mundo.

—Puff —me quejo— ¿Con mis dos pies izquierdos?

—Con todo y tus dos pies izquierdos.

Ambos nos quedamos hablando de nuestros sueños hasta que las estrellas en el cielo comenzaron a notarse con una noche despejada.

—¡Jules y Thena! —nos llamó mamá— Los Lecrerc ya llegaron.

Y con eso me levante y entre corriendo con Jules detrás.

El mundo real aparece frente a mi de golpe y aún no lo creo.

Mientras veo que los doctores hacen todo por salvarlo yo sé que esta vez es definitivo. Y es en ese momento cuando escucho la maquina dejar de sonar y ahora un pitido interno en mi cabeza.

Sin poder moverme de mi lugar siento que me sacan de aquel cuarto en el que vi a mi hermano morir.

Y justo ahí me quebró, lloro sin parar por primera vez desde el accidente, me prometí no derramar lágrimas y aquí mi promesa se rompe.

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Aclaración: lo que la Athena del pasado "piensa"entre diálogos es lo que pensaba una Athena inmadura, por lo tanto ella lo ve de manera diferente ya que lo ve en su punto y no considera un punto desde tercera persona. No juzguen a los personajes son "humanos" y cometen errores.

Otra cosa: clasifique el capítulo como 17 por el número que llevaba el piloto (así que más adelante no habrá capítulo 17, si no que irá de 16 a 18

Gracias por leer

Dancing With Your GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora