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‿︵‿︵ʚɞ『Capítulo 038』ʚɞ‿︵‿︵
El golpe que la realidad le dio fue algo que no espero. Walburga estaba ahí, sentada en la sala con sus calificaciones en mano; creía firmemente que había sacado las mejores notas de su generación, pero con su madre no podía estar seguro.
—— Buenas tardes, madre.
Paso con lentitud en espera de que lo llamara, pero eso nunca paso ella simplemente siguió observando sus notas con una sonrisa de satisfacción, no podía esperar menos de su hijo.
Logro llegar hasta su habitación sin mucho problema, al menos eso era un alivio; su madre no iba a castigarlo en esa ocasión, podía disfrutar de la poca tranquilidad que le brindaban en ese momento.
Acomodo sus cosas con lentitud y miro con alegría la fina pluma junto con los nuevos sobres que James le había dado para poder comunicarse ¿Sería malo que le escribiera ahora? ... era mejor que no.
Al menos se alegraba que su regreso no haya sido tan malo y aunque lo hubiera sido, era solo cuestión de tiempo para que su tío lo sacara de ese infierno... ¿era malo que estuviera tan ilusionado?
Dos semanas habían pasado desde que llego a Grimmaul Place y las cosas habían estado tranquilas, en las mañanas se despertaba con la lechuza de James esperándolo en la ventana, esa ave era lista en ningún momento tocaba la ventana por temor a que fuera descubierta.
La dejaba pasar para que pudiera descansar, la lechuza siempre estaba ahí cuando despertaba, no sabía a qué hora llegaba exactamente, asique prefería dejarla descansar mientras comía un premio. Luego de eso la dejaba ir, mientras se dedicaba a leer la carta.
Hablaban un poco de todo como era usual en ellos, incluso le había invitado a ir a su casa, aunque sea una tarde para que pudieran jugar un partido de práctica, alegando que su padre había estado de ansioso desde que le conto que también era buscador.
No le dio una respuesta concreta a ese asunto, asique prefirió dejarlo como un tal vez. No quería tentar su suerte y acabar con la poca paz que había.
Incluso había recibido cartas de parte de su tío, quien le preguntaba si todo estaba bien y si en caso algo malo pasara que no dudara en salir de ese lugar, que él lo encontraría sea donde sea.
Al menos le alegraba saber que había más personas que sus amigos preocupados por él.
Lo raro comenzó dos días después; al despertar se extrañó al no encontrarse con la lechuza de James en la ventana y no pudo evitar alterarse al pensar que su madre pudo hacerle algo.
Salió disparado de su cama hacia la sala, pero no encontró nada ahí, ni siquiera estaban los elfos limpiando el lugar. Extrañado se adentró a las cocinas en busca de Kreacher a quien tampoco encontró.
