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‿︵‿︵ʚɞ『Capítulo 032』ʚɞ‿︵‿︵
Regulus está tranquilo extrañamente tranquilo. No sabía que pensar, su mejor amigo había estado pasando por una situación difícil durante todo ese tiempo y lo único que él había hecho era escaparse para verse con James Potter... Maldición que mal sonó eso.
Pero ya daba igual, no importaba cuantas veces se maldijera por no estar ahí para Barty; su amigo se había ido y se había enterado de eso por boca de Pandora, ni siquiera por el propio Barty. Y aunque intentó de mil formas posibles de ir a San Mungo para hacerle compañía, su profesor terminó negándose.
Tal vez el profesor Riddle tenga razón, ellos aún seguían peleados, tenían que darse un poco más de tiempo antes de volverse hablar como si nada. Aún no le pedía perdón a Barty por ser un mal amigo.
Ahora simplemente está ahí sentado debajo de un árbol cercano al lago negro, mientras mira aquel gran perro negro que hacía piruetas para llamar su atención.
Aquel canino lo había seguido desde que se encontró con él en la torre de astronomía; se pasaba horas a su lado y cada que lo veía desanimado corría a lamerle la cara o lo obligaba a pararse para jugar juntos.
—— Vale, vale, tú ganas, jugaré contigo —— el perro movió su cola soltando ladridos de felicidad.
Regulus busco a su alrededor hasta encontrar una pequeña rama, la movió de un lado a otro provocando que el canino la siguiera con la mirada para luego arrojarla con fuerza hacia la derecha.
Sirius corrió hacia ella escuchando de fondo la risita de su hermano menor. Al menos le alegraba que su forma canina logrará animarlo, pues era obvio que su forma humana no era del agrado de su hermano menor. Pero no se iba a rendir, lo iba a lograr así tenga que... Regresar a Grimmaul Place
Regulus volvió a sentarse en el suelo, acomodando la mercancía que había logrado rescatar de las manos del director ¿Qué? Dumbledore había dicho que Pandora no podía poner un mercado negro en el colegio, pero nunca mencionó que el tampoco pudiera.
Al menos así le daba la alegría a su amiga de volver a tener su preciado mercado y si alguien lo descubría no podían suspenderla.
—— Pensé que el mercado había cerrado sus puertas —— aquella voz lo sobresalto. No creyó que el fuera, nuevamente, el que iniciara una conversación —— Hey Reg ¿cómo estás?
—— ¿James? —— el mencionado lo saludo levemente, lucía incómodo y ciertamente lo estaba.
Había llegado ahí después de haber escuchado de casualidad una conversación que tenía Rosier con Lucius; pues tal parecía que pocos sabían la razón de la ausencia de Barty y solo los más cercanos al chico notaron su ausencia de inmediato, entre toda la conversación escucho el nombre de Regulus y no pudo evitar preocuparse.
