‿︵‿︵ʚɞ『Capítulo 006』ʚɞ‿︵‿︵
Se encontraba ansioso acomodando su moño una y otra vez frente al espejo de cuerpo completo; pero, aun así, el pequeño decorativo parecía siempre quedar chueco.
Su paciencia se esfumo al décimo intento de acomodar el condenado moño; su reacción fue arrojarlo hacia el suelo e irse a sentar al borde de su cama con un lindo puchero en el rostro a esperar a que su hermano salga del baño.
—— Los moños son estúpidos
—— Woow ¿Quién te enseño esa palabra, pequeña estrella?
—— Tú ¿Quién más? La dices todo el tiempo
Sirius buscó entre sus recuerdos alguna ocasión en que esa palabra haya salido de sus labios y su hermano haya estado presente, para su desgracia encuentra múltiples recuerdos en donde eso ocurría.
Ahora que su hermanito había aprendido su primera palabrota esperaba que no la dijera en frente a sus padres o enfrente a Bellatrix; esa mujer era capaz de reírse en su cara y decirle que al final él fue la mala influencia.... Bueno, una discusión con su prima no sonaba tan mal; eran divertidas en cierto sentido.
—— Esa palabra la inventó papá, él solo puede decirla.
—— Entonces.... ¿Por qué la dices tú?
—— Porque papá me prestó su palabra... si mamá la escucha dile que la aprendiste de papá.
Regulus asiente ante el pedido de su hermano mayor; aun así, su pequeña mente no logra descifrar porque su hermano parece tan divertido con toda la situación.
Walburga observa orgullosa a sus dos hijos quienes bajan del segundo piso con una vestimenta impecable y sus cabellos perfectamente peinados. Se acerca hacia ellos recibiendo el abrazo de su hijo menor a la vez que le devuelve la sonrisa a su hijo mayor.
La matriarca de la familia presenta a sus hijos con los demás invitados de la fiesta como si fueran su mayor orgullo, lo eran.
Ambos niños se regocijan ante los halagos de los amigos de su madre y ante las sonrisas brillantes cargadas de cariño y dulzura que su madre les da cada que tiene tiempo.
Orion los ve a la distancia; sonríe al ver como sus hijos se desplazan con comodidad en aquella lujosa fiesta y el cómo Regulus parece haber hecho un nuevo amigo.
Ambos padres no pueden evitar reír cuando ven a Sirius abrazar de forma protectora a un confundido Regulus, quien solo hablaba con un chico llamado Barty Crouch Jr.
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Regulus mira desde un pequeño rincón de la sala como su madre conversa "alegremente" con sus supuestas amigas; como su padre bebe con sus futuros socios quienes se burlan entre ellos de lo deplorable que se volvió aquel alegre e inteligente hombre que tiempo atrás conocieron.
Su disgusto es notable y aún más cuando ve a su progenitora acercarse a su borracho padre con la clara intención de hacer que el hombre deje de avergonzarlos.
Nada había sido igual desde hace años.
Las fiestas que en su infancia se le hacían divertidas, que le parecían geniales y muy bonitas, hoy en día le parecen la mayor de sus torturas.
Se pregunta ¿A dónde se fueron aquellos padres cariñosos y graciosos que él conoció, que le enseñaron el significado del afecto y el cariño? ¿Alguien podrá regresárselos? Daría toda la fortuna de su familia para que eso sucediera; lamentablemente, no hay nadie en el mundo mágico que le pueda cumplir ese deseo.
No recuerda muy bien la última fiesta en la que se divirtió a su plenitud; tal vez fue la fiesta en la que conoció a Barty, o la fiesta en la que sus primas vinieron en la cual terminaron jugando cartas en el jardín con el permiso de su tío.
Pero eso ya daba igual, todo se fue al carajo de un momento a otro. Su madre sucumbió ante la presión de sus amigas, ante la avaricia y ante el propio deseo de ser una familia perfecta.
Primero comenzó con Sirius, pequeños comentarios que hicieron al mayor cuestionarse cosas de sí mismo, desde su actitud hasta su apariencia.
Regulus recuerda muy bien una cena en donde su madre le decía a su hermano que debería dejar de comer tanto, que los smokings ya no le quedaban bien y que su cabello era un desastre; Orion quiso intervenir, pero solo consiguió que su hijo negara la ayuda dándole la razón a su madre.
Recuerda las múltiples excusas que su hermano ponía para no comer, los ejercicios exagerados que hacía para ver feliz a su madre y recuerda aquel día cuando llegó, de la casa de su abuelo, y se encontró con su hermano con el cabello corto.
Sirius se esforzó, intentó de todo para hacer feliz a su madre; pero jamás lo logró. Walburga siempre saco múltiples imperfecciones tanto de Sirius como de Regulus.
El mayor de los hermanos se cansó, se hartó de querer la aprobación de su madre nuevamente. Comenzó hacer todo lo contrario que su madre quería; comía de más, cosa que alivio a Orion pues había regresado a su peso usual; dejó crecer su cabello mucho más que antes y solía iniciar discusiones con su madre cuando tuvo la edad suficiente para entender que era todo ese tema de la sangre pura.
Todo empeoró cuando Sirius quedo en Gryffindor. Recuerda perfectamente los gritos de sus padres quienes se echaban la culpa del desvío de su hijo mayor; recuerda los maleficios que se lanzaban mutuamente y, por supuesto; recuerda el silencio que se hizo cuando su padre le alzó la mano a su madre, un fuerte: "¡Atrévete a golpearme y te lanzo un Abrakadabra!" se escuchó en toda la mansión seguido de un portazo.
Su madre abandonó la mansión durante todo el día y cuando creyó que todo ya se había calmado decidió ir al despacho de su padre para saber cómo se encontraba.
Lo vio destrozado con una botella de alcohol en la mano. Intentó acercarse; pero sólo consiguió la mirada molesta de su padre quien lo agarró del brazo llevándolo arrastra a su habitación.
Ese día fue la primera vez que sintió miedo de su propio padre. Al punto de escribirle a su hermano que volviera y lo sacara de esa casa que le estaba comenzando a dar mucho miedo; pero se arrepintió de mandársela, en su lugar le mandó una carta diciéndole que todo estaba bien.
Regulus sale de la fiesta cuando nota que sus padres van a volver hacer una escena por la borrachera de su progenitor.
Se dirige hacia el jardín, sacándose el moño que le impide respirar. Se dedica a tranquilizarse y a evitar tener un ataque de pánico.
—— Estúpido moño
—– Yo te regale ese moño
Barty suele acompañarlo en la mayoría de esas elegantes fiestas, solo para evitar que Regulus tuviera algún ataque de ira o algún ataque de pánico. Para Regulus es un alivio tener a su amigo ahí; después de todo Sirius no ha regresado desde hace meses
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𝑳𝒐𝒔 𝑯𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 𝑩𝒍𝒂𝒄𝒌𝒔
De Todo𝚁𝚎𝚐𝚞𝚕𝚞𝚜 𝚜𝚎 𝚙𝚛𝚎𝚐𝚞𝚗𝚝𝚊 𝚜𝚒 𝚊𝚕𝚐𝚞𝚗𝚊 𝚟𝚎𝚣 𝚙𝚘𝚍𝚛𝚊 𝚟𝚘𝚕𝚟𝚎𝚛 𝚊 𝚝𝚘𝚖𝚊𝚛 𝚎𝚕 𝚕𝚞𝚐𝚊𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝙹𝚊𝚖𝚎𝚜 𝙿𝚘𝚝𝚝𝚎𝚛 𝚕𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚝𝚘 𝚜𝚒𝚗 𝚍𝚊𝚛𝚜𝚎 𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚊. 𝚄𝚗𝚊 𝚙𝚊𝚛𝚝 𝚍𝚎 𝚎𝚕, 𝚕𝚊 𝚖𝚊𝚜 𝚙𝚎𝚚𝚞𝚎𝚗̃�...