‿︵‿︵ʚɞ『Capítulo 010』ʚɞ‿︵‿︵
El alcohol siempre fue algo presente en la vida de Orion Black; pero no de una forma destructiva ni muchos menos como un vicio. Siempre fue moderado al momento de tomar, nunca se pasó de dos copas y siempre fue el más sobrio de sus conocidos.
Cuando su hijo mayor nació decidió dejar el alcohol definitivamente en un estante polvoriento de su estudio, de donde pensó que jamás saldría, que se quedaría ahí. Olvidado.
Pero ahí estaba, con botella en mano completamente solo en aquella inmensa mansión. Irónico ¿Cierto? Antes tenía a sus niños haciéndolo correr por toda la mansión. Antes Sirius lo acompañaba en su despacho, sentándose en una de sus piernas y mientras su niño dibujaba el realizaba todo el papeleo. Antes Regulus lo observaba emocionado cuando le contaba la historia de cada reliquia que tenía....
Todo era mejor antes...
En lo que concierne a su familia no sabe mucho desde hace años; su padre estaba encerrado en su mansión desde la muerte de su madre; su esposa, si es que se le podía decir así a aquella extraña mujer, se había ido con sus amigas; sus hijos estaban en Hogwarts estudiando y divirtiéndose, según él.
Hay días en donde se pregunta: ¿Cuándo cambio todo? ¿Cuándo su familia se deterioró? ¿Cuándo comenzó a encerrarse en su despacho a beber como si eso fuera lo único en la vida? ¿Cuándo le permitió a su esposa castigar a sus hijos con crucios y no con simples llamadas de atención? ¿Cuándo fue que Sirius se fue? ¿Cuándo fue que Regulus comenzó a distanciarse de él?
¿Qué hizo mal?
¿Cuál fue el punto de quiebre?
¿Pudo evitarlo?
No lo sabe o tal vez sí; pero el alcohol, en su sistema, le impide pensar con claridad y la resaca al día siguiente se lo vuelve a impedir.
Solo sabe que sus hijos lo odian o que simplemente pasan completamente de él porque están más preocupados de que su madre encuentre algún motivo para castigarlos.
—— Hiciste bien en irte
Las palabras salen de su boca como si se tratara de un simple suspiro del cual solo es testigo un pequeño pájaro que está en su balcón.
El despacho queda en silencio. El elegante hombre agarra su varita y recitando un simple hechizo de incendio quema la última foto que le queda de su "perfecta familia"... no, esa era la última foto que le quedaba de su familia, la que se destruyó hacía tiempo atrás.
Toma un último trago de su whisky de fuego para luego recostarse en su silla permitiéndole al cansancio apoderarse de él.
Dormir es la manera más eficaz que ha encontrado para volver a cuando era feliz.
✿ஜீ۞ஜீ✿•. ¸¸. •*'*•. •ஜீ☼۞✿ஜீ۞ஜீ✿•. ¸¸. •*'*•. •ஜீ☼۞
Su cuerpo duele y su cabeza parece dar vueltas sin descanso; pero, aun así, se para de su asiento para ir a buscar al causante de aquel llanto que lo había despertado.
Orion pasa por alto las paredes pintarrajeadas y los mechones de cabello que hay en el suelo, los cuales ni siquiera ve pues está más concentrado en aliviar su dolor de cabeza. Se dice a sí mismo que no volverá a beber, una promesa que horas después romperá.
Cuando el dolor le da algo de tregua ya se encuentra frente a la puerta de Regulus. Se preocupa al escuchar que el llanto aumenta de intensidad y sin siquiera tocar entra a la habitación encontrando a un Sirius de 6 años cortándose el cabello desesperado y a un Regulus de 5 años llorando con un mechón, considerablemente grande de cabello en sus pequeñas manitas.
—— Reggie, Reggie ya no llores. Mira ahora estamos iguales
La intención de Sirius es hacer que su hermano menor se sienta mejor; pero solo logra que el menor llore con más fuerza diciéndole que ahora su cabello estaba arruinado al igual que el suyo.
El llanto de Regulus solo hace que Sirius se desespere. Había sido su culpa el pequeño incidente, pues Regulus, de alguna forma, había logrado agarrar un par de tijeras que tenía sobre su escritorio.
Regulus en su pequeña mentecita pensó que nada malo sucedería si usaba las tijeras en su propio cabello, solo tenía planeado cortarse las puntas y tenerlo igual que su hermano; pero...digamos que midió mal.
Orion suspiro con una pequeña sonrisa en los labios al ver como Sirius, quien ya desesperado, comenzaba a llorar porque no podía calmar a su hermano menor.
Regulus y Sirius intentaron explicarle a su padre entre llantos lo que había pasado y por qué ambos tenían el cabello todo disparejo y revuelto.
—— Vale, primero cálmense. Arreglare esas cabelleras rebeldes que tienen, luego iremos por unas cuantas galletas y esperaremos a su madre para comer todos juntos ¿sí?
—— ¿Galletas de chocolate? —— pregunta Sirius en un susurro mientras sorbe su nariz.
—— Todas las galletas que quieran y de los sabores que quieran
Ambos hermanos asintieron limpiándose las lágrimas que seguían cayendo. Orion se dedica a calmar a sus hijos a la vez que intenta arreglar el pequeño desastre que habían hecho con sus cabellos.
✿ஜீ۞ஜீ✿•. ¸¸. •*'*•. •ஜீ☼۞✿ஜீ۞ஜீ✿•. ¸¸. •*'*•. •ஜீ☼۞
Walburga llega a la mansión luego de 4 horas fuera de casa. Se dirige hacia su habitación para cambiarse de atuendo; pero antes se dirige hacia el despecho de su esposo, solo para asegurarse de que estuviera vivo.
......
Walburga se pregunta por qué su esposo está sonriendo; se pregunta qué estará soñando como para que esté tan feliz.
Orion disfruta sus sueños.
Le encanta regresar al tiempo en donde sus hijos lo querían, en donde eran unos pequeños hiperactivos que saltaban por todos lados.
Le encantaba ver como Sirius protegía y le enseñaba cosas a Regulus; como su pequeño miraba a su hermano mayor con tanto cariño y adoración.
Le encantaba charlar con su esposa de los tiempos de escuela.
Le encantaba verla enseñándole maniobras nuevas para el Quidditch a sus hijos.
....
Le encantaba su antigua vida.
ESTÁS LEYENDO
𝑳𝒐𝒔 𝑯𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 𝑩𝒍𝒂𝒄𝒌𝒔
Acak𝚁𝚎𝚐𝚞𝚕𝚞𝚜 𝚜𝚎 𝚙𝚛𝚎𝚐𝚞𝚗𝚝𝚊 𝚜𝚒 𝚊𝚕𝚐𝚞𝚗𝚊 𝚟𝚎𝚣 𝚙𝚘𝚍𝚛𝚊 𝚟𝚘𝚕𝚟𝚎𝚛 𝚊 𝚝𝚘𝚖𝚊𝚛 𝚎𝚕 𝚕𝚞𝚐𝚊𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝙹𝚊𝚖𝚎𝚜 𝙿𝚘𝚝𝚝𝚎𝚛 𝚕𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚝𝚘 𝚜𝚒𝚗 𝚍𝚊𝚛𝚜𝚎 𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚊. 𝚄𝚗𝚊 𝚙𝚊𝚛𝚝 𝚍𝚎 𝚎𝚕, 𝚕𝚊 𝚖𝚊𝚜 𝚙𝚎𝚚𝚞𝚎𝚗̃�...