Completamente locos.

74 11 5
                                    

~Narra Jiminie~

Creo que todos podemos adivinar que fue lo que pasó después de la cena, ¿No es verdad?

Aquel mantel que tanto me esforcé en que fuera prolijo y comodo, terminó siendo arrugado y manchado de muchas formas posibles; comenzó con una pequeña caricia en mis muslos mientras veiamos la oscuridad del cielo, ya habiamos bebido un poco, a lo que le echo la completa culpa por habernos incitado a hacerlo en un lugar tan vulnerable como lo es un balcón.

Quise resistirme, por el bien de mis muebles, pero cuando tienes a un fornido Alfa que huele a limon y te quiere hacer suyo bajo las estrellas... Simplemente me tiré de cabeza.

Hacerlo con Jungkook antes de salir fue delicioso, sublime, de las mejores cogidas que he experimentado, pero ninguna de esas cogidas se compara con las que hemos tenido desde que somos pareja, él me toma tan rudamente pero con la pasión y cuidado más poeticas, recorre cada parte de mi como si quisiera memorizarme por completo, besa mis labios como la caricia más dulce.

Lo mejor de todo es que no olvida como es que me gusta, me enloquece la forma en la que toma mi cabello y se aferra a mi cintura, teniendome postrado en la manta, arrugandola con mis manos temblorosas, repitiendome sin parar que no deberia hacer ruido para no despertar a los vecinos, cuando sabe perfectamente que no puedo silenciarme. Que no puedo callar las recompensas de mi cuerpo por tal ola de placer.

Mi resumen es: que me vuelve completamente loco. Jamas tuve una conexión tan especial como la de Jungkook y la llevamos al siguiente nivel cuando confesamos nuestros sentimientos.

Ahora no solo es mi confidente y mejor amigo, tambien es el dueño de mis lujurias y deseos. ¿Que más se puede pedir?

En este momento, estoy viviendo un cuento de hadas, y NADA me lo va a quitar.

— ¿¡Que!? — olviden lo que dije hace unos segundos. — ¿¡5000 mil wones por tres latas!?

Yo seguía en shock por el precio de las sodas en la maquina de sodas.

— ¡Oye, fenomeno! ¡Compra algo o largate, hay muchos esperando! — gritó una voz de la que no supe su prosedencia en la larga fila detras de mí.

— ¡¡Bien!! — gruñí fastidiado mientras guardaba mi dinero y salia de la fila. — ¡Pero no me voy porque tu me lo digas, sino porque yo quiero, cara de escroto!

— ¡Chúpamela, puta! — volvió a responder, entonces me dí medía vuelta con la intención de agarrarme del chongo con aquel extraño.

— ¿¡Como me llamaste!? ¡¡Pon la cara, cobarde!! ¡Te daré una paliza tan dura en tu horrenda boca que vas a cagar tus propios dientes por semanas! — tiré mi maletín al suelo y subí las mangas de mi camiseta.

De la fila salió un Alfa de cabello negro y enormes ojeras.

— Quiero ver qué lo intentes, pequeñín. — me miró hacia abajo, inflando su pecho, subestimandome.

Estaba por encararlo, hasta que otro Alfa que también se encontraba en la fila se apresuró a interferir, metiéndose en medio del camino de aquel imbécil.

— Oye, oye, no busques problemas, amigo. No con él. — sugirió el extraño.

— Pff, lo aplastaré fácilmente. — aseguró el bravucón.

— ¡Inténtalo! — insistí, pero el Alfa entrometido me cortó el paso con su brazo.

— En serio, amigo. Alejate de este chico si sabes lo que te conviene. — le advirtió al castaño.

— No seas estúpido, es el Omega de ese psicópata del vídeo. — dijo alguien más que estaba formado en la fila.

Una vez que se lo dijeron, en su rostro se retrató la sorpresa y el miedo personificados. Y mientras su sonrisa se desvanecía, la mía se agrandaba.

STIGMA ~•Un Beta defectuoso•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora