Especial de navidad.

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~Este capítulo es un extra y no forma parte del canon de la historia. Aún así, disfrútenlo~

~Narra Jungkook~

El vidrio en mi ventana estaba congelado, opaco. La primera nevada estaba cayendo sobre Corea y creo que no hay mejor momento para seguir durmiendo que este.

Me enrollé en mi sábana aún más, protegiéndome del frío. Cada exhalación despedía vaho, que no era más que vapor de agua condensandose al contacto con el frío, salía por mis fosas nasales y me hacía sentir escalofríos, mi nariz estaba enrojecida, hacía mucho frío.

— ¡Feliz navidad, feliz navidad! — apareció por la puerta Jimin. Cerré mis ojos con fuerza para ignorar sus gritos. — ¿¡Pero que hacen en la cama todavía!? ¡Levántense, es navidad!

Le gusta mucho la navidad.

— ¡Aaaaarriba! — tomó mi sábana y la levantó, arrebatandome mi única fuente de calor.

Me quejé de inmediato, tenía muchísima resaca. Anoche Jimin había organizado una fiesta por navidad y estaba tan borracho que me quedé a dormir.

— ¡Aún es temprano! — escuché una extraña voz adormilada.

Extrañado por aquella voz que no pude reconocer, abrí mis ojos.

— ¡Mierda! — salté de la cama de inmediato, él hizo lo mismo.

TaeHyung y yo estábamos empiernados en la cama de Jimin, ni siquiera había reparado en su presencia.

— ¿¡Que haces tu aquí!? — ambos preguntamos lo mismo.

Me giré hacia Jimin buscando una respuesta, fue entonces que noté su traje. Vestía una braga roja con encaje transparente en el culo, por encima solo llevaba puesto un delantal con temática navideña.

Tanto Tae cómo yo nos quedamos mudos al verlo.

— Jejeje, ¿Les gusta? — alzó el delantal un poco por encima de sus piernas con una mirada juguetona.

— He~heee... S~s~si, te ves muy... Bien... — tartamudeo el Alfa, a lo que yo fruncí el ceño con recelo.

— Ambos se quedaron a dormir porque estaban muy borrachos. — explicó el Omega. Seguidamente se acercó a la puerta. — Ahora que están despiertos, vengan a la cocina. Les preparé el desayuno.

La expresión de horror que decoró nuestros rostros fue para retratar. Ambos nos miramos, preguntándonos con gestos si el otro se atrevía a ir.

Finalmente fuí yo quien dió el primer paso hacia la cocina, él me siguió. En cuanto entramos, contrario a lo que me esperaba, mi nariz se inundó con el aroma a galletas recién horneadas.

— Huele delicioso. — me empujó abriéndose paso hacia la cocina el Alfa.

Gruñí molesto, sería una larga mañana.

— ¿Lo crees así? ¡Ay, espero que ya estén listas! — el Omega se inclinó para sacar las galletas del horno.

TaeHyung estiró el cuello, tratando de ver más allá de la ropa interior de mi amigo. Me apresuré a tomar mi asiento al lado del Alfa, no sin antes descontarle un golpe en la cabeza.

STIGMA ~•Un Beta defectuoso•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora