STIGMA ~•Un Beta defectuoso•~

Es lo que crees que es.

~Narra Tae~

Mis manos temblaban mientras sostenía ese volante, estaba sumamente nervioso, sin poder creer que Jimin estaba en mi auto nuevamente. Apreté mi agarre para intentar deshacerme de los nervios.

Estábamos de camino a mi departamento, ambos concordamos en que ese beso... Ese dulce y apasionado beso no había sido suficiente. Estuve esperando por ese momento durante mucho tiempo.

Le miré disimuladamente, sus short de mezclilla y camisa blanca, con una sudadera enredada en su cintura lo hacían lucir sumamente sexy. Joder. Combinaba tan bien con mi auto.

Cuando llegamos él se comportó como toda una fiera, tal como yo recordaba. La pasión entre nosotros no se había apagado y eso me hizo creer que todo saldría bien, cómo lo había planeado.

Dí lo mejor de mí, la química me ayudaba un poco. Estaba desesperado por hacerlo sentir muy bien, por hacerlo mío... Quería mostrarle que era mejor que él. Que yo era, en todo sentido, mejor que Jungkook.

Sé que no fue la mejor motivación, pero me estaba funcionando.

Pero cuando lo dijo... Cuando de sus labios salió su nombre... Algo en mí me abandonó y perdí completo control de mis pensamientos y acciones he hice algo impensable. Cuando volví en mí, él estaba sumamente enojado por lo que hice, y con razón. Me apartó de sí en una mezcla entre enojo y tristeza antes de huir de mi departamento, ni siquiera intenté detenerlo porque no me sentía con el derecho de hacerlo.

Lo jodí, jodí quizás la última oportunidad que tenía para recuperarlo, para mostrarle que aún nos amabamos. Quizás debí ignorarlo, asegurar esa noche con un buen final y tener la certeza de repetirlo, a costa de un dolor silencioso. Pero no fuí fuerte, cedí nuevamente a mis impulsos y quizás ya no quiera volver a verme...

— Ay ya, deja de llorar. — gruñó fastidiada SooHey mientras expulsaba el humo de su cigarro, sus amigas se rieron. — Cometiste un error, ¿Y que? No te rindas así de fácil, aún no lo perdiste.

— Pe~pero yo la cagué. Entendería si está molesto conmigo y que ya no... — intenté explicarle, pero parecía no importarle.

— Deja de ser tan patético. Por eso ese Omega te dejó, porque no tienes el carácter de un Alfa.

Comienzo a pensar que nuestra definición de “caracter de Alfa” es completamente diferente.

— TaeHyung, eres un macho Alfa, él es un Omega, ustedes dos están hechos el uno para el otro. Y aunque él no lo quiera, te pertenece por derecho. — me explicó aquello mientras pisaba la colilla del cigarrillo. — Un Alfa no pide permiso, simplemente toma lo que es suyo. Dime, ¿Vas a dejar que un ser inferior te arrebate a ese chico?

Por alguna razón lo que me preguntó me dolió, en mi cabeza se reprodujo una imagen de Jimin yéndose con Jungkook, dándome la espalda, apartándose de mi cómo si todos nuestros años juntos no fueron una mierda para él. Apreté mis manos en puños debido a la impotencia.

— Eso creí. — sonrió SooHey. — Me tomé la libertad de cobrar un pequeño favor... Algo me dice que tú pequeño ratoncito va a volver a tus garras más pronto de lo que crees...

Pasó de mí, no sin antes tocar mi hombro y susurrarme al oído.

— Y está vez... — apretó su agarré a mi hombro, hice una mueca de dolor. — No lo dejes escapar.