~La siguiente información es exclusiva de mi historia y no se debe considerar cómo canon en el resto de Omegaverses. Se recomienda discreción~
~Narrador desconocido~
No sé tiene registro exacto en el que nuestra especie apareció por primera vez; historiadores, arqueólogos y científicos de la actualidad creen que el primer ser humano-canino data de hace 3000 años atrás. Nuestro ancestro, el Canis Lupus, del que se tiene constancia hace más de 12.000 años, evolucionó en lo que somos ahora.
La iglesia y sus creyentes creen que nuestra aparición fue simplemente un capricho de la Diosa Luna, entidad silenciosa entre los muchos Dioses encargados de la tierra.
El ser humano-canino se caracteriza por su meticuloso y muy estricto régimen de Alfa, Omega y Beta, y por nuestra larga trayectoria de vida a lo largo de la historia, constantemente se cree que tenemos la clave para sobrevivir. Y quizás tengan razón, pero se olvidan de un viejo eslabón.
Canis Dirus, o lobo gigante, linaje que se separó del Canis Lupus hace más de 6 millones de años. Actualmente se le concidera extinto, pero a lo largo de su existencia, está especie mantuvo lazos estrechos con sus hermanos, los lobos. Lazos que inevitablemente obtuvieron cómo resultado la mezcla de ambos genes.
Estás mezclas no eran muy comunes, pero sin duda, fueron reales.
Aparte del gran tamaño, la gran diferencia que separa al Canis Dirus del Canis Lupus es su forma tan rebelde y poco inusual de llevar a cabo el liderazgo de su manada. En este animal no se presentaba la tal llamada jerarquía, no existía tal cosa como el débil y el fuerte, en cambio, todos los miembros de la manada eran igual de importantes he indispensables.
Y acorde a su estilo de vida, tanto machos como hembras adquirían el gen Stigma, un subgénero que significaba la superioridad física y mental, los instrumentos perfectos para la supervivencia predominante. La mayoría de la especie se movía en solitario, cazaba y sobrevivía solo, pero siempre podían volver con su manada al final del día, al contrario de lo que se creería con su naturaleza predominante, el Canis Dirus no libraba conflictos para determinar un líder.
Si había algo con que comparar a este raro gen para nosotros, los Canis Lupus, era el subgénero Alfa. Pero el gen Stigma no era ni mínimamente parecido al Alfa, era mejor.
Alto, robusto, territorial y agresivo; una auténtica máquina orgánica para conseguir sus objetivos y apoderarse de lo que quisiese. Pero no solo dominaban la fuerza, porque no era lo único que necesitaban para dominar a sus presas, contaban con un esbelto cuerpo, ágil de mente y cuerpo, con reflejos envidiables y capacidad de liderazgo innata.
Una persona así sería capaz de dominar el mundo entero, pero... ¿Quien creería que quizás el último descendiente de este gen activo era un macho joven sin nada destacable?
— Mary Kim, ¿De nuevo tengo que sacarte a patadas? — me sacó de mis pensamientos mi jefe, un joven Beta dueño del laboratorio.
Cerré el libro de historia que saqué de la biblioteca y acomodé mis lentes, sentía mis ojos arder debido a forzar mi vista bajo la lámpara por varias horas.
— ¿Es por el nieto de Sally, verdad? — suspiró con frustración, entonces yo me sonrojé. — Ash, tu no tienes remedio, Mary...
Sonreí de forma avergonzada.
— ¿Y bien? ¿Que encontraste? — me preguntó para mí sorpresa. Se le veía genuinamente interesado, así que le acerqué una silla junto a mí.
— Encontré este libro en la biblioteca.
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STIGMA ~•Un Beta defectuoso•~
Fiksi Penggemar"Desde siempre, incluso presente en nuestros ancestros, nuestra especie se regía por estrictos códigos: respetar la jerarquía, mantener el orden, obedecer las reglas. Pero está es la historia de un rebelde, un joven macho que marcó una diferencia e...