HL.

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~Narrador omnisciente~

— Tenemos una cita con el doctor Clementh. — explicó Jimin a la recepcionista.

— El doctor Burk está atendiendo a un paciente ahora mismo, les agradecería que pudieran esperar. — explicó la mujer.

Los chicos asintieron.

— ¿Cuando creé que esté libre? — preguntó Jungkook antes de seguir a su amigo a la sala de espera.

— Vuelvan en veinte minutos. — respondió amable antes de seguir escribiendo en su computadora.

El Beta asintió y entonces acompañó a Jimin en aquellos asientos. Una vez se sentó, se escuchó el largo rugir de la panza del Omega.

— He... No tuve tiempo de almorzar en la escuela... — se excusó el mayor, tomándose la panza con ambas manos, sumamente avergonzado.

El menor se carcajeó un poco, para después levantarse del asiento.

— Hay un restaurante por la cuadra, sirven el mejor Jjigae de cerdo que he probado. También te recomiendo la malteada de chocolate y las costillas, son deliciosas. — tomó a Jimin de la mano y lo arrastró por el pasillo, emocionado.

— ¡Ho! He... No, no hace falta, yo... N~no tengo dinero conmigo... — explicó Jimin, desesperado por detener a su amigo.

— Yo invito. No te preocupes por el dinero. — le explicó Jungkook, sonriéndole ampliamente mientras lo dirigía fuera del hospital.

Aquella amable sonrisa derritió el corazón de Jimin, quien se puso tímido al instante. Su rostro se tiñó de rojo como prueba de ello.

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— Una hamburguesa con doble de carne y rebanadas de tocino, papas fritas, malteada de chocolate, Jjigae de cerdo y costillas. Doble porción de todo, por favor. — explicó Jimin a la mesera. Jungkook asintió, dando su aprobación a la orden de Jimin, sin embargo, el Omega le miró repentinamente. — Y, Jungkook, ¿Tu que vas a ordenar?

No era de sorprenderse, Jimin solía comer bastante, pero no pudo evitar sentirse mal por su billetera.

— A mi solo sirvame el Jjigae de kimchi, por favor. — entregó la carta a la mujer.

La empleada terminó de escribir su orden, se despidió para poder irse y los dejó solos.

— ... ¿Pedí mucho? Puedo cancelar la hamburguesa si quieres. — posterior a eso, se levantó del asiento y alzó la mano con la intención de llamar a la mesera.

— ¡No, no! Por la Luna, siéntate. — pidió Jungkook, a lo que su amigo se sentó lentamente.

— ¿Estás seguro?...

— Si, he... El dinero no es problema. — le restó importancia.

Tendré que trabajar extra para la amiga de mi abuela. Pensó Jungkook. El Beta trabajaba de asistente para una anciana química.

Una vez que les entregaron la comida, los amigos se dedicaron a charlar de temas triviales mientras disfrutaban del almuerzo.

Pero había un problema, había un “elefante en la habitación*”

STIGMA ~•Un Beta defectuoso•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora