STIGMA ~•Un Beta defectuoso•~

Perro adiestrado.

~Advertencia de: contenido violento y lenguaje malsonante~

~Narrador omnisciente~

Jungkook amaba las motocicletas, de cualquier tipo, deportivas, de colección he incluso las menos potentes. Jamás se había molestado en aprender a conducir un auto; pero nunca se atrevió a quebrantar las leyes de tránsito, cómo lo hacían muchos motociclistas.

Ese día fue la excepción, se paseaba por la carretera entre auto y auto como arena se colaba entre los dedos.

No importaba lo cerca que estuviera de un choque o de cuántas veces le sonarán el claxon para reprenderlo, Jungkook solo tenía una meta en la cabeza, y nada lo haría desviarse de su objetivo.

Para mala o buena suerte, sabía dónde se encontraba el Alfa a estas horas. Y a un par de metros del edificio, no paró de jalar del acelerador de su motocicleta, desesperado por llegar.

Pero se dejó llevar por la irá, y en un abrir y cerrar de ojos, el acelerador de la moto se zafó de su lugar y, con ella, Jungkook salió disparado del vehículo.

— ¡Mierda! — gritó que esperaba el autobús, quien se agachó en reflejo al ver volar al Beta por encima de él.

Jungkook se estrelló fuertemente contra la valla publicitaria de una parada de autobús mientras la motocicleta salió de su trayectoria hacia quien sabe dónde.

— ¿¡E~esta bien, señor!? — se apresuró a comprobar a Jungkook. Se arrodilló he intentó sacudirlo para despertarlo.

Afortunadamente, Jungkook llevaba casco y el equipo completo. Quizás eso le aseguró poder abrir los ojos de inmediato.

— ¡Ay! — se apartó el pobre chico, temeroso de aquellos ojos amarillos con los que Jungkook le veía.

El Beta, con un poco de dificultad, se levantó del suelo y con una pequeña línea de sangre saliendo desde su boca, cojeaba hasta dentro del edificio. Miles de ojos asustados y confundidos observaban cada paso erratico que daba.

Abrió la enorme puerta de golpe y el partido se detuvo, todos los basquetbolistas en la cancha le miraron.

— ¿Tuvo un accidente o algo? ¿Por qué está tan herido...? — susurró un Omega con el uniforme del equipo de básquet de la universidad.

— Quizás es un zombie... — teorizó otro chico.

En medio de la cancha, TaeHyung reconoció a un lastimado Jungkook, se hizo paso entre sus compañeros para acercarse al chico.

— Jungkook, ¿Te encuentras... ? — quiso mostrarse preocupado, pero Jungkook, fuera de sí, se dejó caer al suelo y de inmediato se transformó en su forma lobuna.

Los chicos alrededor comenzaron a apartarse, cuidadosos por la cantidad de tamaño que el lobo comenzaba a crecer.

Y entre gruñidos y pelaje café y blanco, se mostraron sus enormes colmillos babeantes, a la par de unos intensos ojos fluorescentes. Ojos que se colocaban solo y únicamente en TaeHyung.

— Mierda... — susurró el Alfa, soltando el balón. Al animal le bastaron dos pasos para alcanzar su posición, afortunadamente, logró esquivar los colmillos de Jungkook tirándose al suelo.