La soledad [1]

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~Narrador omnisciente~

En relatos biblicos he históricos se hace constancia que la mejor forma en la que la mente humana se somete a sus propios pecados y se vuelve en testigo del caos, es el aislamiento. La soledad y el abandono son factores necesarios para recibir el milagro del remordimiento; muchas personas que lo han experimentado explican que es un "acercamiento a la Luna", casi divino.

El ser canino, al tratarse de un animal sociable, hace que la soledad que experimenta de forma prolongada, expuesto a la condena de sus propios pensamientos, sin filtros, sin ataduras ni presión social, conforman la receta perfecta para dos resultados completamente diferentes:

El primero y el más probable: la involución al estado más primitivo he inestable posible. Sin el concepto de la moral, presente en la compañía de la sociedad, empuja al hombre a ceder a sus instintos más salvajes, como lo son el egoísmo, la crueldad y falta de empatía.

El segundo, pero menos probable: la revelación de lo puro he inmanchable, o tambien llamado "arrepentimiento". La soledad le permite al hombre, si asi lo quiere, pensar sin parar en todos los errores que cometió, en todas las almas inocentes que lastimó y en las alternativas que tuvo, pero no aprovechó, para hacer las cosas de una mejor manera. Es en este punto, en el fondo del avismo, empujado por el peso de su remordimiento, que no le queda de otra más que subir, escalar aquel avismo, usando el deseo de mejorar como una herramienta.

Desafortunadamente, no todos los centros de rehabilitación o detención usan el metodo de aislamiento para el autoanálisis, salvo primer mundo. Pero, ¿A caso Corea no es primer mundo?

— Terminó el recorrido, esta es tu celda, numero 220. — lo empujó dentro el guardia, TaeHyung cayó sobre su hombro derecho contra el concreto, a aquel guardia no pareció importarle.

La puerta se cerró y el Alfa, como mejor pudo, logró sentarse correctamente en el suelo.

— ¡Oye, mis esposas, quitamelas! — pidió TaeHyung, arrastrandose hasta la puerta, pero el guardía ni siquiera le miró. — Tch... Infeliz...

Observó a su alrededor y solo veia blanco, se encontraba en una habitación de blanco que no parecía tener una sola ventana, ni contacto con el exterior.

— ¿En donde mierda estoy? — en cuanto lo arrestaron y le dieron sentencia, lo transportaron en una camioneta en la que tampoco habia ventanas, perdió completamente la noción del tiempo y la ubicación.

Tampoco supo que pasó con Namjoon después, ya que le dieron una sentencia diferente.

No tardó mucho en asimilar lo que sería su celda en un largo tiempo, solo habia una tela gruesa que sería su cama, una almohada y una cobija tirados en el piso.

— ... Que acogedor. — suspiró desesperanzado. — Al menos tengo una cama...

No sabía de donde, pero una sutil y relajante cancioncita instrumental era reproducida en su celda, lo sabía porque podía sentir la vibración, como una especie de musicaterapia. Estuvo sentado sobre su cama por varios minutos, tan solo sintiendo una y otra vez como aquella música se repetía.

— ... ¡Hey!... — gritó con las fuerzas que le quedaban, sabía que de alguna forma lo vigilaban. Escucharian sus reclamos. — ¿¡A que hora se come en este lugar!?

Como era de esperarse, no hubo respuesta, o quizás si la hubo, pero no pudo escucharla. Gruñó molesto, bajó su cabeza y miró como la piel de sus muñecas y tobillos estaba irritada he hinchada por la prolongada exposición a las esposas; se vió a si mismo en ese aspecto miserable he inhumano, pensando que, si hubiera escuchado más a la razón y se hubiera negado al plan estúpido de Namjoon, no estaría en aquella situación.

STIGMA ~•Un Beta defectuoso•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora