CAPÍTULO 11

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Vuelvo a la sala a servir otra mesa y a cada paso que doy la falda se sube hacia arriba, en vez de bajármela me la subo más y me contoneo andando más, miro hacia Baldric y lo veo con una gran sonrisa mirándome embobado.
—Déjame que te la coma —escucho por el auricular, es una chica hablándole a Milo. Miro hacia su lugar y veo que disfruta con la escena.
—Espabila soldado —le hablo para que vuelva a la realidad. Pega un respingo y se ajusta su entrepierna. Escucho una carcajada a través del auricular de Aqua.
Cuando la noche termina me siento más ansiosa todavía, el Asesino se está haciendo de rogar, tampoco sé nada de Lion, pero supongo que el súper comandante le está siguiendo su progreso y tengo que confiar en que va a estar todo bien.
—¿Estás mejor cosita linda? —me habla Baldric mientras suelta el último vaso seco en su sitio.
—Gracias a ti siempre, eres mi salvador, no tengo palabras para agradecerte lo bien que te estás portando conmigo —le digo dándole un rápido beso en la mejilla, es verdad que estoy muy agradecida.
—Podrías aceptar una cita conmigo —me dice con timidez. Es toda una sorpresa, no me había dado cuenta que le gustaba.
—Es mal momento, dame un poco de tiempo —le pido.
—Está bien, te esperaré, solo te pido que te lo pienses.
—Te prometo que si, hasta mañana Baldric.
—Hasta mañana cosita linda.
Sonrío ante el apodo cariñoso que me ha dicho ya dos veces, no me disgusta, es tan adorable.
Voy llegando a la base y delante de mí veo el coche de Romeo, detrás viene Milo. Cuando llegamos al aparcamiento y aparcamos nuestros coches Aqua nos está esperando en la entrada.
—¡Felicidades! —gritamos todos a Romeo. Nos abrazamos y vuelvo corriendo al coche para coger su regalo, los demás le dan también un detalle, abre el mío y me abraza.
—Muchas gracias Mina, siempre igual de detallista, que sepas que tú también eres muy importante para mí.
Fiera aparece corriendo y empieza a lamerle la cara a Romeo.
—Para ya Fiera, te estás comportando como un animal y no es normal en ti —le riñe de broma Romeo. Fiera empieza a ladrar haciéndose el enfadado y todos reímos.
Cuando vamos entrando cojo del brazo a Romeo y le indico que nos quedemos atrás para que no nos escuchen.
—Sé lo que me vas a preguntar —me dice Romeo divertido.
—Pues habla y no hagas que te lo pregunte.
—Estoy enamorado de un chico, es francés, lo conocí en una misión hace un año y medio y hemos empezado a quedar hace tres meses, he estado con él hoy.
—¿Y por qué no lo has contado antes? —pregunto alegre.
—Es muy pronto todavía, y todos sabemos que las relaciones personales deben ser lo último en nuestra vida, no sé como acabará esto.
—Cuídalo todo lo que puedas y seguro que buscarás la forma de compaginarlo, ¿sabe quién eres?
—Por supuesto que no, cree que soy comercial, por eso viajo tanto.
—¿Cómo se llama?
—Olivier.
—Me alegro muchísimo de verdad y sé que vas a ser capaz de sacarlo todo junto adelante.
Romeo me abraza y me acompaña hasta mi habitación, le da un beso a la pulsera que lleva puesta que yo le he regalado y le sonrío de alegría. ¿Qué estará haciendo Lion? Lo echo mucho de menos, quisiera abrazarlo y contarle todo mi día, cada día que pasa me es más duro seguir separada de él.





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El juego del Asesino (Trilogía EFE I )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora