CAPÍTULO 21

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Para rematar la noche solo me faltaba esa frase.
—El asesino quiere que vayas a llevarle las bebidas al reservado —me pide Baldric preocupado. Suspiro por enésima vez en la noche y me preparo para enfrentarlo.
Cojo la bandeja y subo las escaleras mientras suena “Renegade” de Aaryan Shah, con Lion observándose, los demás igual, no sé que situación me voy a encontrar, pero espero salir de ahí rápido. Hay un hombre de seguridad apoyado en la puerta del reservado.
—Pasa —me dice el hombre con voz dura.
Entro y me encuentro a Lia de rodillas, chupándosela al Asesino, y él en cuanto me ve entrar achica los ojos y sonríe de satisfacción.
—Acércate y suéltalo todo —me ordena. Hago lo que me pide dejando la bandeja en la mesa baja que tiene delante. El Asesino se echa hacia delante y con un golpe tira todo lo que había en la mesa al suelo—. Siéntate ahí.
Me señala la mesa baja y me siento justo enfrente de él.
—Quítate el trapo ese y tócate para mí —me señala la falda y se chupa los labios con ansias.
—No voy a hacer nada para que luego vaya ella contándolo por ahí —le contesto insegura.
—Ella no va a decir nada, sabe que si abre la boca está muerta —lo dice acariciándole la cabeza.
Entro en su juego y me abro de piernas para él, Lia sigue ensimismada en su tarea, me toco el clítoris y me doy placer a mí misma. El Asesino aprieta cada vez más fuerte la cabeza de Lia para meterla más al fondo, sin parar de ojearme a mí. Echo la cabeza hacia atrás y me centro en mí, en llegar al orgasmo, le sonrío y me muerdo los labios. Él gruñe de placer y empuja a Lia al suelo.
—Quítate, no sirves ni para chupármela, quédate en la esquina y mira como se hace —le habla el Asesino a Lia burlándose de ella.
Me agarra de la cintura y me monta encima de sus piernas. Introduce su pene en mí y muevo mis caderas para darnos placer, por el gesto de su cara le está gustando bastante. Cuando noto que está muy dura y busca la rapidez sé que va a correrse.
—Yo no soy segundo plato de nadie —le beso la boca con ansias—, ahora termina lo que empezaste con ella.
Le cojo de la barbilla y hago que mire a Lia, sonrío y me levanto de sus piernas.
—Ni pienses que puedes hacer eso —me amenaza muy serio.
—¿Ah no? Mírame —le digo levantándome.
—Tú no te vas —dice guardándose la polla en los pantalones.
—Solo querías follarme una vez, querías matarme, ¿ya no lo recuerdas? —le contesto subiendo mi falda.
Su cara se ensombrece y me agarra fuerte del cuello pegándome a la pared.
—Tú harás lo que yo quiera —dice enfadado apretando con fuerza.
Le doy una patada con todas mis fuerzas en su entrepierna y me suelta quejándose de dolor.
—Yo hago lo que me da la gana, a ver si te enteras de una vez que no eres el único que juega aquí.
Salgo de aquel espacio y bajo la escalera. Lion me interroga con la mirada, le sonrío para tranquilizarle y sigo caminando hasta la barra aunque siento que la piernas me van a fallar en cualquier momento de lo nerviosa que estoy.
—Hemos perdido la señal del intercomunicador otra vez cuando entraste en el reservado, ya tengo claro que el Asesino lleva un bloqueador de señal encima —informa Aqua por el auricular.
—¿Qué ha pasado allí arriba? —pregunta Milo.
—Nada, solo me ha obligado a esperar a que terminara de follar a esa puta para servirles la copa, es un puto sádico —les miento.
—La ha tomado contigo por lo de la última vez y está intentando escandalizarte —escucho a Aqua.
—Pues tiene que esforzarse mucho para eso —le contesto.
Vuelvo a la barra y escucho mucho ruido a mis espaldas, me giro y baja el Asesino por las escaleras con Lia agarrándola del cuello, una vez que llega al último escalón la empuja al suelo y se va hacia la salida sin ni siquiera mirarme. Todos sus hombres, incluido Lion, le siguen. Bien, le he jodido y eso me encanta. Sonrío y vuelvo al trabajo.
—¿Qué habrá pasado? —pregunta Milo por el auricular.
—Ni idea, seguro que la puta no se lo ha follado bien —digo con burla. Escucho la risa de Romeo de fondo.
Mi jornada después de todo eso ha pasado muy tranquila, lo típico de los borrachos y los que se creen machos alfa pero he podido aguantarlo bien.
—Es la hora de irme Baldric, hasta mañana —me despido con un beso en la mejilla.
—Hasta mañana cosita linda, cuídate —me dice sonriendo.
—Chicos he acabado, corto comunicación —digo mientras tiro del hilo y me saco el auricular desde lo más profundo de mi oído. Milo se fue hace tiempo y Romeo también ya que los camareros son siempre los últimos en salir. Vuelve a nevar, me ajusto con fuerza el abrigo sintiendo mucho frío, en cuanto me monte en el coche pienso poner la calefacción al máximo.
—¿No habrás pensado que no tendrías consecuencias no? —me pregunta el Asesino apoyado en el capó de mi coche.
—Hoy no estoy de humor, estoy cansada y quiero irme ya —le digo mientras me acerco a la puerta del conductor.
—Te vas a ir cuando yo quiera —me cierra la puerta del coche que ya tenía abierta.
—Pensaba que hoy estarías satisfecho con la compañía de Lia y que me dejarías en paz.
—¿Celosa?
—Para nada.
—Eso espero, porque el fin de todo esto es tu muerte, solo que antes quiero disfrutarte.
—No hace falta que me lo repitas, me ha quedado bien clarito —le digo enfadada mientras vuelvo a abrir la puerta del coche. Él me la vuelve a cerrar de un portazo. Le pongo una mirada asesina y suspiro porque ya sé como va a acabar esto. Estoy cansada de estar toda la noche vacilando de haber quien la tiene más grande.
Estiro la mano para volver a coger la manilla de la puerta y él en el aire me la para mientras sonríe con egocentrismo. Agarro su mano con la mía y me giro hasta hacer una llave con la que él queda en el suelo. Entro rápido en el coche y pongo el seguro antes de que él pueda abrir la puerta. Meto las llaves en el contacto y él le da un golpe fuerte al cristal, quiere romperlo, pero yo soy más rápida, le sonrío y salgo a toda velocidad de allí.
No veo ninguna señal de él por la carretera pero voy a cubrirme las espaldas, no tengo ganas de lidiar esta noche con él.
—Mina a base, creo que me siguen, máxima alerta en la base —hablo por el comunicador de mi coche.
—Entendido Mina —me contestan desde el otro lado.
Cuando llego hay un despliegue de hombres patrullando y el doble de seguridad de siempre, hoy no me vas a dar ruido, estúpido de mierda. Me tumbo en la cama mientras escucho hombres corriendo hacia todos lados y sirenas. Cierro los ojos tranquila sabiendo que por hoy estoy a salvo, mañana ya veremos.
Me suena la alarma, miro la hora, las cinco y media, solo he dormido dos horas, pero necesito mi dosis de ejercicio, tengo que estar totalmente preparada y no puedo dejar mi entrenamiento de lado. El capitán Griffin está saliendo al patio con sus soldados y me uno a ellos, me fuerzo para quedar siempre la primera en todo, tengo que ser la mejor, reto al mismísimo Capitán a un duelo en cuerpo a cuerpo con lo que elija, yo solo me rodeo vendas en mis manos y él coge dos palos de madera, luchamos como dos titanes bajo la mirada de todos los soldados. Mis compañeros y el comandante supremo se unen al público para observarnos, finalmente me subo a su espalda y lo tiro hacia el suelo noqueándolo y ganando así el duelo. Me gusta ser siempre la mejor, me hace sentir viva, con valor, siempre esforzándome hasta no poder más.
—Mañana tenemos la cena de Navidad —me informa Romeo en el comedor.
Todo el personal de la base celebramos una cena para Navidad todos los años, invitamos al presidente del Consejo Europeo y al de la Comisión Europea más todos los ministros y demás personas importantes y poderosas.
—Pues no tengo muchas ganas de fiesta —le respondo.
—Últimamente no tienes muchas ganas de nada, y todavía no me has contado algunas cosas —me reprocha Romeo.
—Te dije que cuando ordenara mi cabeza —respondo.
—Conociéndote, eso es…. Nunca —se burla.
—Muy gracioso —me burlo yo.
—¿No seguirá el tema del Asesino? —me pregunta en voz baja.
—¿Qué dices? No sabes lo que hablas —me hago la ofendida.
—Solo hay que ver vuestras miradas, no soy tonto, te conozco muy bien, y sabes que puedes hablar conmigo —me dice mirando a otro lado dando por zanjado el tema.



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El juego del Asesino (Trilogía EFE I )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora