Me encuentro acostada en el sofá de mi casa, viendo una película mientras como palomitas y lloro como Magdalena.
Estoy viendo A dos metros de ti no se cuántas veces la he visto, pero sigue doliendo como la primera vez.
Al no tener tareas que entregar estoy invirtiendo mi tiempo libre en un maratón de películas y series conmigo misma.
Mi madre se encuentra en el hospital, vive más allá que aquí, y Jane está en su clase de Karate, y bueno...no es que mi círculo social sea muy grande.
Se ha hecho de noche, y ya el sueño me está venciendo. Apago el televisor y subo a mi habitación, el silencio a veces me abruma, me he acostumbrado a estar sola, pero hay momentos en los que sí me afecta, momentos como este.
Cepillo mis dientes y me acuesto.
Y el sueño se me quita, siempre es así, cuando estoy en un sitio con sueño y me vengo a acostar a mi cama se me quita.
Me levanto frustrada luego de tanto intentar conciliar el sueño.
Tomo mi laptop dispuesta a leer un libro online, aunque no es que me ayude mucho, siempre termino amaneciendo leyendo en vez de dormirme con ellos.
Es extraño, la mayoría de las personas dicen “Voy a leer para que me dé sueño", en cambio yo digo que leeré y amanezco haciéndolo cuando la historia me atrapa.
Abro mis redes sociales y empiezo a ver la vida de los demás, como van a fiestas, viajan y viven la vida como si fuera el último.
No mentire, si me deprime un poco.
De un instante me pasa el nombre de él por la mente, es como si alguien me lo hubiera susurrado a él oído.
Escribo su nombre y doy en buscar.
Ian Wimson.
Empiezo a ver cada una de sus fotos.
Fotos con sus amigos, con sus padres, fotos en lugares paradisíacos, videos de el lanzándose en paracaídas, en conciertos, pero la mayoría son de tres años atrás, los más actuales con de arte, de pinturas y música.
Parece modelo de revista, tiene muchos seguidores y fotos geniales, no muy actuales pero sí muy profesionales, hay muchísimos comentarios de chicas alagando su belleza, y es que es innegable el físico tan atractivo que posee.
Tiene ese aire rudo, pero a la vez tierno, una mirada hermosa y penetrante, un cabello lacio y tan negro como la noche, es atractivo pero tan prepotente.
Pero si que ha tenido una vida tan guay y divertida, sí que ha sabido disfrutarla, en esas fotos no se ven tan amargado con en la mañana, se ve feliz y sonriente. El chico con esta sonrisa no se parece en nada al de la mañana.
Me canso de darle importancia a la vida de otros, sobretodo a un chico que me miró con el rabillo del ojo, a un ser tan egocéntrico y narcisista como él.
Cierro la laptop, y al instante me duermo.
Al despertarme me alisto y desayuno cereal, pues mi madre no está y cuando es así desayuno un trozo de pan o cereal, en realidad lo que encuentre.
Me había dejado un mensaje avisando que se quedaría la noche en el hospital.
Tomo mi bicicleta pedaleando hasta el instituto.
El frío está peor que ayer, mi huesos están literalmente congelados. No sé cómo, pero llego al instituto.
Estaciono la bicicleta colocándole un candado.
—Ya empezaba a dudar de que vinieras—dice Jane.
—No te daría el gusto.
—¿Sabes que estás loca al venir en bicicleta con este frío de mierda verdad?—pregunta.
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La chica de los ojos violetas
RomanceAlessia es una chica que nació con una extraña y particular afección genética. Desde muy pequeña ha tenido que soportar las burlas, los apodos hirientes y que algunas personas le teman por sus distinguidos ojos violetas. Desde entonces usa gafas de...