El silencio se hace presente al igual que mis nervios, no sé que hacer ni que decir, al parecer el gato me ha comido la lengua.
—Buenas noches madre, buenas noches padre—saluda Ian y me toma de la mano para caminar hasta donde están ellos.
Me sorprendo un poco al notar que ha tomado mi mano enfrente de sus padres pero con la impresión y el nerviosismo me dejó llevar por él como marioneta.
Cuando estamos a un lado de la mesa ambos se ponen de pie.
—Alessia, te presento a mi madre—dice Ian y ella extiende su mano algo seria y con una mirada analítica, como si estuviera analizando cada uno de mis movimientos.
—Margaret—se presenta y estrechamos nuestras manos manos, yo con una sonrisa forzada ante su mirada fulminante.
—Alessia, es un gusto—intento no parecer intimidada.
—Y este señor de aquí, es mi querido padre—me extiende su mano con una cálida sonrisa que calma un poco mis nervios y me da un poco de seguridad.
—Es un placer conocerlo—le sonrío con ganas ante su amable bienvenida.
—Elvis, el placer es todo mío.
—No hace falta que les informe que eres mi novia, ellos ya lo saben—admite Ian con tranquilidad y una una sonrisa pícara que causa que mis mejillas ardan ante su comentario.
Me sorprende el hecho de que ya les haya hablado a sus padres sobre mí, y que lo digas así con filtros, que soy su novia.
Desearía tener tanta seguridad como la que el expresa.
—Sientate por favor, estás en tu casa—me pide el señor amablemente con una sonrisa cómplice que comparte con Ian.
Me siento justo al lado de Ian, quedando enfrente de su madre, quien no me mira con mucho cariño.
Me tomo un momento para detallar a los padres de Ian, y definitivamente los genes de esta familia son muy buenos.
El padre de Ian es como una versión mucho más vieja de él, claro que con algunas canas y arrugas. La diferencia es que el señor Elvis tiene unos ojos color esmeraldas muy bonitos y un aura muy cálida y amable. En pocas palabras, buena vibra. Tiene un aspecto relajado y no es para nada lo que esperaba del dueño del pueblo, el señor con traje y mal encarado.
Pero sin duda alguna, en su juventud robo más de un suspiro, al igual que Ian. Y a pesar de su aura tan tranquila a simple vista parece muy intimidante.En cambio, la madre Ian es...sigo intentando buscar una definición para ella. Margaret sin duda es una mujer en toda la extensión de su palabra. Se ve un poco más joven que el señor Elvis pero su actitud es completamente diferente, ella parece un témpano de hielo, se ve estricta y con un carácter fuerte o simplemente no le parece que sea yo la novia de su hijo y es ese el motivo de su actitud fría y distante.
Ian jamás me había hablado de sus padres y no tengo la menor idea de que opinan acerca de nuestra relación.
Su madre es hermosa, si no fuera porque sé que es doctora juraría que es una modelo famosa de esas que siempre están en la portada de alguna revista. Es alta, por lo que pude notar, con un cuerpo muy definido, con el cabello color castaño oscuro, lo que me hace notar que Ian se parece es a su padre, la única diferencia es que sus ojos son iguales a los de su madre. Quizás sea eso lo que me tiene de los nervios, su mirada penetrante y severa, como esa que me mira cada día. Sin duda Ian y su madre comparten carácter y mirada.
Margaret no sé ve tan relajada como el señor Elvis, por el contrario ella es tan sofisticada y elegante que su aspecto me hace sentir fuera de lugar.
Mientras observo a Margaret siento como si la hubiese visto antes, se me hace familiar, pero es imposible que la haya visto antes y no lo recuerde, es imposible.
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La chica de los ojos violetas
RomanceAlessia es una chica que nació con una extraña y particular afección genética. Desde muy pequeña ha tenido que soportar las burlas, los apodos hirientes y que algunas personas le teman por sus distinguidos ojos violetas. Desde entonces usa gafas de...