La chica de los ojos violetas

36. Estoy aquí, contigo.

Escucho la bocina del auto de Ian y salgo apresurada comiendo el último bocado de comida mientras me despido apresurada de mi madre.

—Buenos días—saludo subiendome torpemente dándole un tierno beso en la mejilla.

—Buenos días hermosa, te he dicho que nos despertaríamos tarde—sonrie con autosuficiencia encendiendo el auto.

—Y yo te digo que no llegaremos tarde, solo apresúrate—ordeno algo irritada.

—¿Y ese humor?—se burla.

—Vale, es que odio llegar tarde, luego me regañan y me bajan nota... más.

—Quedate tranquila, nadie te bajará nota ni nada por estilo—habla con tranquilidad.

—Perdón “señor tengo influencias en todos lados"—bromeo.

—Perdonada.

—Creído—acuso.

—Porque te tengo a tí—declara.

El color rojo que invade mis mejillas es inevitable.

Siempre me toma desprevenida con esos comentarios a los que nunca me acostumbro.

Ian sonríe victorioso ante mi reacción.

Me quedo en silencio para no decir otra cosa que pueda utilizar en mi contra.

—¿Pongo música?—pregunta y me resulta tierno que lo consulte conmigo.

—Si quieres, por mi no hay problema.

Enciende la pantalla y elige una de las primeras, la cual no logro leer cuál es.

Miro por la ventana el paisaje lluvioso de esta mañana y el sonido de la canción invade mis oídos y eriza mi piel.

Es la canción que me ha enviado anoche.

Volteo a mirarlo y el está sonriendo mirando al frente, lleva su mano hasta mi pierna y mi estómago da un vuelvo.

Sonrío, mucho. Lo detallo intentando guardar este recuerdo en mi cabeza en un cajón bajo candado para utilizarlos cuando esté en mis peores días, porque sin duda justo ahora siento mucha paz.

Con mi mano acaricio su pelo y el cierra los ojos por un mínimo instante, y apretar el volante con un poco más de fuerza requerida haciendo notar aquellas venas que tan loca me vuelve.

El solo tararea en voz baja pero cuando me mira sus ojos brillan de una manera inexplicable intentando decirme las cosas que no se pueden decir con palabras.

—Vamos, canta—lo ánimo y yo canto.

Ian ríe negando con la cabeza.

—Vamos, anda—suplico.

El empieza a cantar entre risas pero al final termina cantando alto dejándome pasmada.

Su voz es tan melodiosa y cautivadora que me deja con la boca abierta sorprendida.

My life brilliant
My love is pure
I saw a angel
Of that I'm sure....

El disfruta de mi cara de sorpresa porque sonríe y empieza a cantar más fuerte y claro y empieza a tocarme la mejilla y tomarme del mentón mientras canta.

You're beatiful, you're beatiful.
You're beatiful it's true.
I saw your face in a crowded place.
And I don't know what to do.
Cause I'II never be whit you...

Ian me deleite y cautiva con su voz, me embelesa y mi corazón da vuelvo cada vez que me toca mientras canta.

Cada vez que dice que soy hermosa, que parezco un ángel me siento especial y realmente querida.