6. Sus ojos son color violeta

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Ian Wimson

Me despiertan golpes en mi puerta.

—¡¿Que?!—grito mientras me enrollo más con mis sábanas.

Quiero dormir como por dos días seguidos, estoy en esos días en donde amanezco cansado, con sueño y justo me vienen a molestar a estas horas de la mañana.

—Joven Ian, se le hará tarde—dice la mujer de servicio al otro lado de la puerta.

—¿Tarde para qué?—bramo.

—Para la escuela.

Mierda, lo olvidé.

Me levanto y me alisto rápido, no porque quiera ir a ese infierno, solo porque sé que allí estarán mis amigos.

Llego unos minutos tarde así que no logro ver a mis amigos por ahora, ya están en sus salones que están en el piso de arriba ya que son grupo avanzado.

Me dirijo hacia mi salón y me siento en mi puesto.

—Hola—saludo a mi compañera de al lado mientras empiezo a sacar mis cosas.

Tarda unos minutos en responder.

—Hola—responde y apenas puedo oírla.

La profesora empieza a dar su clase y finjo estar concentrado pero estoy muriendo del sueño, estoy algo así como que dormido con los ojos abiertos.

La profesora ama lo que hace, se le nota como habla y se expresa, pero a mí leer me da sueño y esto justamente es literatura.

No sé cuánto tiempo ha pasado pero el profesora ya terminó de hablar y nos pide que redactemos un poema con nuestro compañero de asiento.

Debo hacer esto, debo intentarlo, leer me da sueño y escribir también, a mí me gusta más escuchar a alguien que leer lo que piensa. Por eso me gusta ver documentales y cosa así, y los libros que he querido leer los busco con audio para no tener que hacerlo yo.

Me volteo hacia mí izquierda y miro a mi compañera.

—Entonces, ¿Que propones?—pregunto.

—Eh...no lo sé. Sacaré una hoja para escribir—me da la espalda.

Esta chica es muy tímida, nisiquiera me ha morado a los ojos.

Coloca la hoja encima de la mesa.

—¿Que propones tú?—me mira a los ojos y al instante desvía la mirada.

Luego de ponernos de acuerdo acerca de lo que vamos a escribir empezamos a hacerlo...bueno ella.

Ella escribe mientras yo doy ideas...unas horribles ideas.
Agradezco que ella sepa lo que está haciendo, cada vez que soy una idea la mejora por mil, se nota que se destaca en esto, no como en física.

Luego que terminó el tiempo dado para hacerlo la profesora avisa que cada equipo debe leer el poema en voz alta frente a todos.

Yo estoy acostumbrado a estar frente a gente importante, gobernantes, gente de dinero y pare de contar.

Cada vez que mi padre iba a fiestas familiares me llevaba junto con mi madre, en esas fiestas y reuniones debía ser confiado y sociable, así que estar frente a un montón de adolescentes me es insignificante.

Pero a mí compañera no. Está pálida y en shock, no hace falta que me diga que tiene pánico escénico, eso ya se nota.

Le pido que se calme y ella lo hace un poco, le digo que practique como leerá mientras pasan los demás, está muy nerviosa.

La chica de los ojos violetas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora