¡Big brother!

¿Posible encuentro?

Ace comía tranquilamente, escuchando la felicidad en la voz de su hermano mayor, sintiéndose feliz.

Feliz de escucharte de nuevo. 

Hasta que escucho unos pasos en la cubierta del barco, y frunció el ceño.

¿Quién carajos era? Era imposible que fuera la tripulación de su padre, sabía sus presencias.

Salió de la cocina con rapidez, bajando los pequeños escalones del barco. Vio una silueta en la cubierta, y un profundo ceño lo arraigo.

¿Quién es este tipo?

Sentía un pequeña chispa de reconocimiento comiendo bajo su piel, queriendo que captará algo que probablemente no podía entender.

Preparo sus puños para usarlos si los necesitaba. Soltó una tos fingida, llamando la atención del hombre.

Este volteo, dejando verlo por completo. Rubio, cicatriz, sombrero, ropa fina...

El rubio pareció nervioso al verlo, e hizo que sus sospechas incrementarán.

Siento que te conozco. Siento que te he visto en algún lugar. Pero no logro entender, ¿por qué me duele verte?

Era como verlo a él.

Sacudió sus pensamientos. No era el momento de pensar en su hermano rubio, por el cual todavía le dolía mencionar su nombre.

—¿Quién carajos eres?—Pregunto.

Sus labios se cruzaron hacia abajo en una mueca, y sus dientes rechinaron por alguna razón.

El rubio tartamudeo, pareciendo querer escapar de allí. Todo su ser gritaba nerviosismo.

Algo en el fondo de su mente gritaba. Gritaba por reconocer a la persona frente a él.

Reconocerte hará que duela mi corazón como miles de agujas clavadas en él, pero no importa si te tenemos de nuevo.

—¡Oye, te estoy hablando, rubiecito! ¡¿Quién eres?!—Exclamo.

Sentía su inexistente paciencia agotarse.

El hombre se sacó el sombrero que tenía en su cabeza. Ahora que lo pensaba bien, ese sombrero….

Ese sombrero era igual al de Sabo.

Frunció el ceño con fuerza.

Había muchos sombreros iguales en el mundo. Había muchas personas con gustos raros en el mundo.

Entonces, el hombre rubio se digno a hablar.

—¿A-Acaso no me reconoces?—Pregunto el hombre.

Tu voz me hace traer recuerdos que jure enterrar. Me hace pensar en ese hermano que perdimos en tan poco tiempo.

Esa voz…

—¿Q-Quién eres?—Murmuró, sintiendo sus garganta cerrar el paso.

¿Acaso era otra alucinación de mi mente dañada? ¿Acaso solo es un sueño o eres tú haciéndose pasar por él?

—¿Acaso no reconoces a tu hermano? Ace—

Los ojos azul cielo lo miraban con tristeza, parpadeando varias veces para apartar el dolor de ellos.

Búscame en tus recuerdos, búscame y acuérdate de mi, de como es mi voz, mis ojos y mi propio ser. Solo quiero ser reconocido por ustedes.

Apretó su puño con rabia.

—Solo tengo dos hermanos, tenía...dos hermanos—Sus ojos parpadearon con rabia contenida—Sólo…—Al ver la pequeña sonrisa que crecía en el rubio, le hizo dudar de esa afirmación.