Mis sentimientos se interponen en mi camino después de mis luchas constantes con mi peor enemigo; mi propio ser.
Las manos tomaron mi cara y la pegaron a las peores pesadillas que podría recordar.
Sé que no soy bueno, estoy lejos de serlo, pero me miento a mi mismo diciendo que no soy una basura humana.
Vivo para cumplir mis promesas y para ver cumplir los sueños de mis seres queridos. Pero después de ello, ¿Qué haré? ¿Moriré como como el sol en la noche y me extinguiré?
Las manos rojas y los huecos negros me hacen ver una imagen fatal, haciendo que mi ser se encoja con temor.
¿Por qué hay tanta sangre? ¿Qué hice?
—Mamá…—
Mi atención se dirigió al niño pequeño a mi lado, quien movía con sus manos frenéticas el cuerpo inerte.
Por un momento, se le hizo familiar. Cabello oscuro, pequeño léxico, cuerpo flacucho y pequeño.
El aire se atasco en su garganta. ¿Era él mismo?
—¡Mamá! ¡Despertar! ¡Me portare bien ahora!—
Trago, dando pasos atrás, sintiendo el dolor en su garganta lánguida.
El niño se llevó sus manos ensangrentadas a sus mejillas y a sus ojos, quitando las lágrimas que bajaban de ellos.
Sonrió tembloroso, los pequeños sollozos salían.
—¡Ya no lloro! ¡¿Ves?! ¡ya no lloro! ¡Despertar!—
Luffy soltó un suspiro tembloroso, mirando el cuerpo de la mujer en su propio charco de sangre.
¿Él de verdad había hecho esto?
“Crecerás sin nadie que te ame realmente, Luffy. Al igual que yo, estamos destinados a ser despreciados. El mundo es cruel y asqueroso, pero tú pareces no darte cuenta. Quieres depender de mi, pero soy una persona rota que no depende de sí misma.
Crecerás en el vacío de la soledad por siempre, como yo lo hice. Moriré y ojalá tú también lo hagas, para que no cargues con el peso de la vida.
Deja de llorar y mírate, mira como el odio que te tengo refleja mis ojos esmeraldas. No soy tú madre y tampoco eres mi hijo.
Olvídate, olvídate de que algún día, serás amado.
Olvídate, de la familia, el amor, el cariño. Es algo que nunca tendrás.
Nunca.”
Y esas palabras pronunciadas, hicieron que el niño pequeño, que con mucha inocencia abarcaba, rompiera a llorar febrilmente.
Su propio ser era consumido por la oscuridad, y los tragos de aires eran difícil de digerir.
“Llorarle a la muerte, es llorarle al castigo”
Despertó exaltado, respirando profundamente, y sus ojos buscaban un lugar donde descansar.
El dolor podía esparcirse por regiones dolorosas, donde su mente dañada no podía defenderse.
Respiro con más profundidad, tomando su garganta. Su piel parecía estar pegada, quitándole el paso del aire.
Su cuerpo parecía temblar como miles de misiles lanzados a las tierras más pobres.
Y pequeños llamados preocupados llegaron a sus oídos confinados, tomándolo por sorpresa.
ESTÁS LEYENDO
¡Big brother!
Fanfiction¿Que pasaría si los papeles se intercambiarán un poco? ¡Lee para descubrir más! - Su hermano era lo mejor que les pudo pasar en la vida, los cuido desde niños y no pueden estar más agradecidos. Su hermano es su mayor tesoro, nadie puede corregir es...