¡Big brother!

Todo se acabo

Luffy no sabía lo que paso en Triller Bark, no sabía porque Zoro estaba tan herido, no sabía porque Sanji se veía nervioso, no sabía nada, y eso lo ponía de malhumor. Le asusto ver a Zoro en esa condición, corriendo hacia él y tocando sus mejillas con preocupación, mirando a Chopper y preguntando que había pasado.

Chopper le contó que era un milagro que Zoro respirara con todas las heridas que tenía encima. Miro a todos en busca de respuestas, ninguno le dio nada. Asintió y le dio las gracias a su doctor por su arduo trabajo.

Tenían dos nuevos nakamas y la reincorporación de Usopp en Water seven, tenían a Franky y Brook, quienes eran geniales a su parecer.

Iban camino a Sabaody, sentía un presentimiento raro a lo que pasaría. Estaba sentado en la cabeza del Sunny, mirando al mar, podía sentir tranquilidad de su tripulación y eso lo relajaba. Sabía que Zoro estaba en el nido de cuervo torturándose a sí mismo y se levantó de su lugar, yendo hacia el peliverde.

Llego y lo vio haciendo pesas, su rostro sudaba condenadamente, su respiración dificultosa y temblaba de sobre manera. Frunció el ceño ante la vista y se acercó, viendo la pequeña sorpresa en los ojos de su vicecapitán.

—Para, Zoro—Pidió, su preocupación filtrándose en su voz.

El espadachín frunció el ceño, sin gustarle verse vulnerable frente al hombre que daría todo.

—Estoy ocupado, Luffy—Dijo con voz tosca. Luffy lo miro con seriedad y se acerco.

—Deja de torturarte de esta manera, órdenes del capitán—Ordeno. Su espadachín soltó un suspiro y dejó las pesas, quedando frente al azabache con ligeros temblores.

Luffy negó y se acercó, envolviendo sus brazos alrededor del cuerpo más grande. El espadachín quedó quieto por unos segundos y correspondió al abrazo poco después, enterrando su cabeza en el hombro del capitán.

—no me gusta ver a Zoro haciéndose daño, no me gusta ver a ninguno haciéndose daño y sin que yo sepa el porqué—Murmuró, sus manos temblando levemente. Zoro trago pero negó.

—Lo que paso no debe saberlo capitán, confíe en mi—Murmuro de vuelta, tratando de transmitir de que todo estaba bien.

—Confío en ti con todo mi ser, Zoro. Solo no quiero que les pase algo debajo de mis narices—Hablo, un ligero temblor en su voz. El espadachín se alejo, tomando ambos lados de la cara del capitán, haciendo que viera a sus ojos.

Zoro podría jurar que se perdía en las miles de constelaciones en los ojos del más bajo. ¿Por qué sus ojos eran tan brillantes y hermosos?

—Todo esta bien, capitán. Esta bien que nos quieras proteger, pero déjanos protegerte—Las manos agarraron las mejillas con suavidad, sus ojos transmitiendo confianza y ternura, algo raro de ver.

—No quiero que nada pase por mi culpa—Sus ojos desbordaba cariño, inseguridad y culpa. Culpa, cuando no debería de estar esas emociones ahí.

Zoro junto sus frentes, todavía manteniendo el contacto visual, una mano acaricio el cuello de su capitán. Las manos de Luffy fueron a las mejillas del espadachín, tomándolas con timidez.

—Permítase confiar, permítase que nosotros lo cuidemos de la misma forma en la que usted lo hace, capitán—Luffy se mordió el labio inseguro, pero asintió, permitiéndose bajar un poco su carga.