¡Big brother!

Más allá

¡Advertencia! ¡Nfsw!

Sanji y Zoro buscaban al capitán sin mucho éxito, este había desparecido de la nada con los dos adolescentes a su costado.

Zoro se veía visiblemente molesto, no por el hecho de que su capitán se haya ido con los dos mocosos, sino por el hecho de que el hombre ha estado evitándolo o eso piensa él.

Sanji, por otro lado, sabía lo que pasaba por con el hombre.

Luffy los había evitado a ambos, no porque quería, solo parecía querer darles su espacio.

A Zoro con Hiyori y a él con la muchacha que ayudo contra la pelea con Queen.

Se veía derrotado al no poder hablarles, simplemente miraba sin mucha gracia y suspiraba, alejándose antes de que Sanji pudiera hablarle.

Suspiro, tratando de quitar su persistente molestia.

—Estúpido musgoso de mierda—

—¿Qué carajos pasa, cejillas de mierda?—

Ambos conectaron miradas con molestia, cada uno en su propia burbuja de frustración.

—Deberías irte por tu lado, yo buscaré de Luffy—Hizo un ademán, ignorando su cara indignada.

—¡¿Ah?! ¡Ni loco! ¡Yo lo buscare y arreglare mis asuntos con él!—

—¡Vete a la mierda, musgo! ¡Yo fui el que lo busco primero!—

—¡No, tú me seguiste!—

Una tos fingida los hizo salir de su batalla verbal, notando al capitán con sus brazos cruzados, al lado de la habitación de sus hermanos.

Su kimono mal puesto, dejando la ligera vista de sus hombros y sus muslos.

Tragaron con fuerza, recordando que venían a hablar con el hombre.

—Bajen la voz si van a discutir, Ace y Sabo están durmiendo—

Éste les dio una última mirada y se dio la vuelta, caminando hacia su propia habitación.

Sus caderas bailaban al compás, chocando ligeramente, sin darse cuenta de sus propios encantos hacia ambos hombres.

Salieron de su ensimismamiento al notar como Luffy se iba alejando de ambos, sin darle tiempo de hablar.

—Luffy, espera—Murmuró el cocinero, caminando hacia el azabache.

El espadachín le dio una mala mirada y caminó, poniendo su vista completamente en el cuerpo más bajo.

Luffy se dio la vuelta y los miró con una ceja alzada. Sus brazos cruzados en su pecho, sus cabellos ondulados alborotados y su boca en un pequeño bulto.

—¿Mhm? ¿Qué sucede, Sanji?—Ladeo su cabeza, sonriendo un poco.

Sanji sentía su garganta seca completamente, ¿Por qué su pareja era tan linda?

—Tenemos que hablar—La voz ronca del espadachín llamo la atención del azabache.

El peliverde tomó su mano y comenzó a caminar hacia la habitación del azabache, ignorando las quejas quejumbrosas y el suspiro enojado del rubio.

Entró en la habitación, al igual que el cocinero. Luffy se zafó de su agarre con rudeza, mirándolo con poco entusiasmo.

—No me jalonees—Murmuró, cruzándose de brazos—¿De que necesitan hablar?—Murmuró con curiosidad, sin poner su mirada en ambos.