¡Big brother!

Secreto contado

La guerra ha terminado.

Eran libres. Por fin, el país de Wano era libre.

Gritos de festejos, llantos descontrolados y shock principal que no había pasado. Incluso cuando bebían al nombre del hombre que los salvo, no podían superar que todo lo que los mantenía en opresión por veinte años se había ido.

Luffy rio al sentir a dos adolescentes pegados en sus costillas, quienes no parecían querer salir de su lugar.

Luffy veía todo desde el pequeño acantilado, mirando a Wano tan libre y lleno de alegría. Amaba la alegría.

Recordó ver caer a esa gran bestia, recordó el despertar de su fruta, el cual ya esperaba, recordó como el simple hecho de que mientras viva, habrán miles de posibilidades de ganar.

—¡Nos asustaste mucho cuando tu haki desapareció!—Reprochó Sabo con molestia—¡Siempre nos andas dando sustos!—

Salió de su escondite con un ceño fruncido, mirando a Luffy con reproche. Luffy rio, apretando la nariz del rubio con ternura.

—No moriría, ¡Tengo que verlos forjar sus propios caminos!—Rio, pasando su mano por los cabellos azabaches de Ace.

Ace estaba extrañamente callado, sus ojos cerrados mientras apretaba los brazos con fuerza alrededor de su hermano.

Sabo frunció el ceño y se volvió a apoyar en el mayor, negándose a soltarlo.

Un silencio cómodo cayó entre ellos, Luffy suspiro cuando recordó que no ha podido acercarse demasiado a su espadachín y cocinero gracias a las mujeres que pasaban con ellos.

Sonrió un poco, ellas se veían un poco raras con Zoro y Sanji, y eso…no le gustaba mucho.

A pesar de que su “relación” no era un secreto, no lo estaban ocultando, casi los descubren Ace y Sabo cuando pasó con alguno de los dos más de una hora.

Sintió sus parpados cerrarse y se negó a dormir, se negó a caer de nuevo ante los brazos del morfeo.

Tarareo profundo, hasta que sintió que algo andaba mal con su pequeño hermano.

Algo de instintos mayor que había desarrollado, no lo entenderían.

—¿Ace? ¿Por qué estas tan callado? ¿Todavía estas malhumorado?—Preguntó.

Sabo miro con curiosidad también al chico pecoso, riendo cuando este arrugó su nariz y se negó a abrir sus ojos.

—Estoy enojado—Murmuró. 

Luffy tarareo, soltando una risilla cantarina. Despojo sus brazos de ambos muchachos, escuchando los pequeños sonidos frustrados de ambos.

Se sentó correctamente frente a ambos y los miró con sus ojos grandes. Sonrió en grande y habló.

—¿Por qué estás enojado?—

Ace se quedó callado y se cruzó de brazos, murmurando algo ilegible.

Sabo sonrió travieso, soltando una carcajada.

—¡Está celoso, Lu!—Exclamó el rubio.

Luffy ladeo su cabeza hacia un lado con curiosidad, sin poder entender por qué.

—¿Por qué?—

—¡Porque Sabo sabe más cosas de ti que yo! ¡No es justo! ¡No debemos guardarnos secretos!—Exclamo con molestia.

Sí, era algo que su hermano no quería contar, pero ¿por qué su hermano rubio sabía y él no?

—¡Deja de ser tan llorón!—Dijo Sabo.