¡Big brother!

Arabasta

Sanji veía Luffy entrar y salir de la cocina, vigilando las bebidas que estaba preparando para las damas, aunque lo ignoro, se estaba cansando de que entrará y saliera.

—¿Qué quieres, Luffy?–Pregunto

—Nada.—Contesto haciendo un puchero y mirando hacia otro lado. Un terrible mentiroso.

—Que mal mientes. ¿Por qué entras y sales de la cocina? Eso es molesto.—un puchero triste cruzo su rostro.

—¡Sanji, quiero una de esas bebidas!—exigió como un niño pequeño.

—No—

—Aww, vamos. Siempre haces para las chicas—Lo miro con ojos de cachorro, haciendo que Sanji desviará la mirada para no caer ante la petición del otro. Suspiro y le dio una bebida que había sobrado.

—Tomalo y ya deja de joder—Un abrazo lo hizo tropezarse, y lo hizo fruncir el ceño molesto.—¡¿Qué fue eso?!—Grito enojado.

—¡Buen trabajo, Sanji!—Se desconcertó.

—¿Por qué?—

—¡Por ayudarnos! ¡sin ti moriríamos de hambre!—El abrazo se intensificó significativamente. Sanji se sonrojo por el elogio (en su perspectiva) y sonrió un poco.

—De nada, Capitán.—Luffy sonrió feliz, y salio corriendo hacia la puerta, despidiéndose con la mano. Sanji le devolvió el saludo con una sonrisa, y este se la devolvio por mil.

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Nami se había enfermado, y a través de eso tienen un nuevo nakama. Siendo este un reno adorable, con nariz azul, hablaba y eso llamo la atención de Luffy. Al principio el renito estaba racio de estar con ellos, desconfiando de que de verdad le gustará al capitán. Nadie lo había tratado bien (exceptuando el dr. Hiriluk  y Doctorine) pero después de ver que a Luffy no le importaba como era, emprendió viaje con los mugiwaras.

Ahora iban ruta a Arabasta, con una Vivi un poco ansiosa, y Nami haciendo lo posible para llegar rápido (aunque ella no tenía tal poder), pero lo demás, todo bien. Luffy jugaba con Karoo, el pato de Vivi, con Usopp y Chopper.

Chopper, quien pensaba que los piratas no era de esta manera, pero viendo a su capitán jugar como un niño pequeño, brincar de aquí y allá, molestando al cocinero y al espadachín para que jugaran con ellos, quienes rechazaban la propuesta. Chopper, siendo el nuevo en la tripulación, hizo un análisis de Luffy, analizando su personalidad y como era, y concluyó que:

Era muy infantil e ingenuo, creyendo todas las mentiras que una persona podía decirle pero dándose cuenta cuando se lo decían los demás.

Cariñoso con ellos, diciéndoles buen trabajo, viendo como sus nakama se sonrojaban y murmuraban un “gracias, Capitán” quedando con un Luffy satisfecho.

Eran juguetón, amigable, un sol andante en su punto de vista. Y sobretodo, siempre anda sonriendo, con una sonrisa tan grande y hermosa a los ojos del renito. Su expresión siempre mostraba una sonrisa brillante que podía rivalizar al sol mismo.

Trataba a sus nakamas como lo más precioso, como si de un tesoro de tratara, y ellos se sentían tan amados.

Chopper estaba feliz de la calidez que había en el barco, de la calidez que les daba Luffy y el amor que les expresaba.

Salió de sus pensamientos al ver que Luffy había caído al mar, otra vez. Fue rescatado por Zoro, quien se lanzo de una vez detrás del más bajo. Salieron, con un Luffy con expresión cansada y un Zoro que apretaba su agarre en la cintura del más bajo.

—Cuando vuelvas a caer, no te salvaré. Idiota—Dijo el espadachín, aunque solo decía puras mentiras.

—Mentiroso, Bleh—le saco la lengua, viendo el tic en el ojo del espadachín.

—Pequeña mierda..—

—Uh, mira como sale el sol. Ya es hora de que me bañe—Dijo tratando de distraer al espadachín de su ira. Zoro lo miro con una ceja alzada.

—¿Tú te bañas?—Luffy lo miro con expresión y blanco, y después hizo una cara ofendida.

—¡Por supuesto!—Se cruzo de brazos.—¡Tu eres el que no se baña!—La estruendosa risa de Sanji, Nami y Usopp hizo que el espadachín se sonrojara.

—¡Callense!—Bramo enojado—¡Y tu, pequeña mierda!—Apunto a luffy con su dedo—¡Obvio que me baño, solo que tu ni cuenta te das!—

—Nu-uh, no te bañas. Eww, cochino—Dijo juguetón, después vio como el espadachín casi le salta encima y salió corriendo gritando “¡Zoro no se baña! ¡Zoro no se baña!” seguido de las risas de los demás, hasta que el espadachín lo agarro y le pego en la cabeza.

—Pido perdón.—Volvió a hablar, ahora con un chichón en su cabeza, los demás calmaron su risa—Se baña cada tres días, pero se baña—Asintió ante lo dicho, sonriendo. Los demás se carcajearon de nuevo, y Zoro suspiro, no podía hacer nada con este tipo.

Vivi veía toda la interacción con una sonrisa. Los buenos tratos y cariños que le daba Luffy a su tripulación la incluían a ella, y se sentía cálido y bonito el sentimiento. Esperaba llegara tiempo a su país, con la ayuda de sus nakamas podría lograr su objetivo.

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Llegaron a Arabasta y Luffy de una vez se perdió. Comenzó a caminar y ahora tenía sed. Llegó a una casa que tenía un saco de cosas verdes que lanzó al fuego y eso hizo que cayera lluvia. Después un viejo salió y le reclamo del porqué quemaba su saco verde. Ahora, iba caminando por el desierto buscando un lugar donde comer. Corría y más sed tenía, “todo es culpa del desierto”.

—¡Yohoho Yohoho!—comenzó a cantar Binks No Sake, cantándola a todo pulmón, decía “siguiente estrofa” como si hubiera alguien con él, en fin, la esquizofrenia.—Que buena canción, debo buscar un músico pronto.—Asintió hacia sí mismo. Después de caminar un rato, vio un restaurante, vio el paraíso. Corrió y se estrelló contra el taburete, donde había una persona hablando con un marine.

El señor detrás del taburete quedó helado, y decidió preguntar al chico si sabía quienes eran los que acaba de mandar a volar.

—mhm, chico, ¿sabes a quienes estrellaste hace unos momentos?—

—¿mhm? ¿Quién?—

—TÚ—

—¡¿YO?! No sé—Se alzó de hombros y comenzó a pedir comida—¡Comida! ¡Comida! ¡Comida! ¡Sirveme comida, viejo!—al señor le salio una marca de irritación al ser llamado viejo y quie el chico no tuviera modales.

—Que maleducado eres..—murmuró. Luffy lo escucho y volteo los ojos.

—Perdón, sirveme comida, por favor—pidió amablemente.

La comida le fue servida, cuando iba por la mitad, su cara cayó en el plato y su mano quedó extendida con un tenedor y un trozo de carne incrustada.

—¡¿AH?! ¡¿SE MURIO?!—Gritaron los del restaurante. Las personas que fueron mandadas a volar por Luffy aparecieron, y vieron solo a un tipo con su cara en la comida, “-parece muerto”-pensaron. Luffy levantó su cara del plata de comida, viendo como todos los miraban desconcertados, y el miraba a todos lados desconcertado.

—¿Mhm? ¿Me dormí?—

—¿NO ESTAS MUERTO?—

No le presto atención a lo dicho, y vio a una mujer parada a su lado, agarro su falda y se limpio la comida de su cara con ella, escuchando el grito de la mujer.

—¿Eh? ¡Humitos!—Dijo al ver al oficial de la marina. Lo saludo amigablemente, y el otro se veía molesto. Vio a otra persona con el, pero no lo reconoció y no le dio importancia.—¿Que haces aquí?—

—Vine a capturarte—

Tengo que decirles algo, estoy haciendo otro capítulo, y estoy pensando en saltarme otras cosas, ya que como dije en la aclaración no quiero hacerla tan larga porque se puede volver aburrida. Quiero saltarme algunas islas en la que han estado, si no les gusta pueden decírmelo.