¡Big brother!

ESPECIAL POR EL CUMPLE DE MY BABYGIRL

Ace y Sabo corrían por el reino de Goa con apuro.

Hoy era un día muy importante.

Era el cumpleaños de su hermano mayor.

Sonrieron con gusto, viendo que sería el primer cumpleaños con él. Corrían con algunas cosas en sus manos, yendo hacia la Villa.

Makino les había dicho de hacer una sorpresa para Luffy y aceptaron gustosos.

Dadan estaba distrayendo al mayor, aunque este estaba malhumorado por separarlo de los dos pequeños.

—¡Corre, Sabo! ¡Debemos llegar a tiempo!—Exclamo Ace, corriendo junto a su hermano rubio.

Sabo se rio contento, saltando el muro que separaba el reino. Corrieron montaña abajo con rapidez, jadeando por aire.

Makino los esperaba fuera del bar con una sonrisa, alzando sus manos en modo de saludo.

—¡Chicos! ¡Que bueno que han llegado! Vamos, debemos organizar todo antes de que venga Dadan con Lu—Ella les sonrió con calidez y asintieron, entrando al bar con rapidez.

Movieron mesas, pusieron un mantel y un pastel sin decorar encima. Decoraron las paredes e inflaron globos, dejándolos mareados.

—Makino-san, ¿has hecho esto para los cumpleaños de Lu‐nii?—Pregunto Sabo, teniendo glaseado en su cara al tener que decorar raramente el pastel con Ace.

Makino sonrió un poco decaída, negando levemente.

—Sólo hoy, muchas veces ha dicho que su cumpleaños no era nada especial. Siempre lo recompensaba con un plato de carne y era feliz—Ella sonrió, limpiando el glaseado de la cara de ambos.

Asintieron, viendo la decoración del pastel. Ace soltó un suspiro cansado al ver el pastel y miro a Sabo con burla.

—Terrible te quedó tu parte del pastel—Recriminó con una sonrisa.

Sabo le lanzó una mirada fulminante, siendo recibida por una sonrisa burlona.

—Bueno, al menos mi parte no tiene colores combinados que se formaron de color marrón—Le volteo los ojos, ignorando la exclamación molesta.

—¡Jódete, rubiecito!—Exclamo molesto.

—¡Jódete tú, pan con pecas!—

Chocaron frentes molestos, a punto de saltar sobre sus gargantas. Unas manos suaves los separaron.

Makino siempre se preguntaba como hacia Luffy para que ambos niños no discutieran.

—Ya, chicos. Ambas partes del pastel se ve lindo—Dijo la mujer con una sonrisa.

Ace chasqueo su lengua y miro su lado. Sí se había formado un raro color, pero estaba seguro que a Luffy le gustaría. Tomo una manga con glaseado negro e hizo un pequeño dibujo en el pastel, y sonrió, ahora se veía mucho mejor.

Vio que Sabo estaba haciendo lo mismo y sonrió un poco, viendo la parte de su hermano rubio.

Makino los veía a ambos son calidez, era bueno que Luffy tuviera dos hermanos. Se veía más relajado, más feliz de lo que era, más contento.

Ya se le veían menos sus ojos cansados por pesadillas y Makino podía decir que se sentía aliviada.

Su pequeño retoño ahora cuidaba de otros dos y eso la dejaba contenta.

—¡Dadan! ¡Yo no quiero hacer esto!—Gimió molesto, haciendo un puchero indignado.

Él no quería limpiar los alrededores, ¡Pero su abuelo le había dicho que era una manera de ayudar! No quería hacer sentir mal a su abuelo.