The Queen of my Darkness

Introducción.

La humanidad siempre ha tenido una visión del mundo muy equivocada. La ambición ha llevado al hombre a ser una de las armas mas mortíferas de la tierra y con ello a destruirla. Creyendo ser los amos del universo y que siempre estarían arriba de la cadena alimenticia, jugaron a ser dioses y no existía nada ni nadie que les pusiera limites. O eso pensaban...

La naturaleza se encargó de castigarlos y equilibrar la balanza. Surgió un mundo nuevo dentro del mismo. Un mundo que solo existía en la ficción, en libros o películas, y como si fuese una pesadilla hecha realidad, todo se volvió en su contra. Imaginaos un mundo donde dos especies generalmente hostiles tuvieran que convivir juntas. Dos enemigos aferrimos compartiendo las mismas tierras y unas leyes que los enfrentan.

Hace muchísimo tiempo cuando los primeros demonios aparecieron del subsuelo se libró una batalla entre el bien y el mal. En esa brutal guerra, catalogada como la tercera guerra mundial, la raza humana quedó al borde de la extinción. Pero todavía quedaron algunas personas que plantaron cara y gracias a ellos pudieron sobrevivir a la masacre. Como esos demonios se dieron cuenta de que tampoco podían existir sin los humanos, los lideres de ambos bandos se pusieron de acuerdo y pactaron una aparente tregua.

Delimitando con un enorme muro la frontera entre los vivos y los muertos, se aseguraban así mantener una separación y la paz entre los dos.

Zona muerta. Limite del muro, Virginia...

Una mujer corría desesperada a través del bosque oscuro. Mirando a su espalda cada dos por tres, tropezó con las raíces de un árbol y cayó en un duro al suelo . La desaliñada y sucia ropa que vestía y las heridas que mostraba en algunas partes de su cuerpo indicaban que estaba escapando y huyendo de algo muy peligro.

Cansada y creyendo que había dado esquinazo a lo que la perseguía, decide parar para recuperar su agitada respiración. En mitad de la nada, solo la luz de la luna le daba un poco de claridad y extendiendo las palmas de sus manos, cerró los ojos y comenzó a murmurar palabras en latín.

- Ya estamos con los truquitos de magia?.-

La silueta de un hombre apoyado en un árbol la interrumpió.

- No te tengo miedo.- le dijo ella entre dientes.

- Entonces por que corres?.-

- Porque no voy a dejar que os salgáis con la vuestra.-

- Uhhhh, que miedo.- se pone a temblar mientras se ríe.- No puedes impedirlo, brujita.-

- Sin mi magia no podréis hacer una mierda.-

El chico carcajeo aun mas fuerte por la atrevida respuesta de ella.

- Ya no nos haces falta, Sheyla. Te hemos encontrado sustituta. Creías que serias la única bruja en esta parte del mundo?.-

- Eso es imposible. Ningún brujo os ayudaría.- cuestiona.

- En eso llevas razón. El mejor método para convencerlos es el secuestro. Tuvimos que hacer verdaderos esfuerzos para pasar al otro lado y encontrarte un repuesto.- espeta divertido mientras camina sutilmente hacia ella.- Sigo sin entender porque las brujas preferisteis apoyar a los humanos. Allí tenéis que ocultaros y no podéis practicar vuestra magia.-

- Y aquí nos tratáis como a esclavos y nos utilizáis para vuestros malévolos planes, sino terminamos antes muertos.- le replica atrevida.

Estaba ante el ser mas mortífero de la tierra, pero no le tenia ningún miedo. Al contrario, un solo vampiro no era competencia para una vieja bruja. El problema que él no era un simple vampiro y desgraciadamente no podía matarlo si realmente apreciaba su vida.