S3: Cap 4

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Zona Muerta: POV Elena

La claridad del día me da en toda la cara y hace que abra los ojos despacio, muy despacio, tanto que prefiero tenerlos cerrados para no enfrentarme a la realidad. Algunos flashes de anoche atacan a mi mente con imágenes vergonzosas y deprimentes. Dios... Me desfasé y lo peor es que no me acuerdo muy bien lo que pasó y todo por amansar a la fiera que llevaba dentro desde que me contaron lo de los túneles. Pero a quien se le ocurre?. Solo a Damon... Y encima quiere ir él primero sin tener porqué. Es que no lo entiendo. Pero bueno, antes de ocuparme de todo eso tendré que despertarme y enfrentarme a la pedazo de resaca que voy a experimentar. Costosamente levanto uno de los parpados y los rayos del sol ya me atraviesan como cuchillas. Nada que una Gilbert no pueda soportar. Luego me atrevo abrir el otro y ya si que se me olvida mi apellido. El taladro empieza a sonar en mi cabeza y la jaqueca se va asomando por el horizonte.

- Damon...- lo llamo y saco fuerzas de donde no las tengo para girarme hacia su lado de la cama.

Es una cama enorme y con mi mano de primeras no doy con él, pero cuando miro bien noto por las sabanas que ni si quiera se ha posado en ellas. Este no ha pasado la noche aquí...

- Bien!. Estás despierta.- una voz femenina de alguien saliendo del baño me sorprende.

- Rose?. Que haces aquí?.- sale con unas toallas y un vaso de agua.

- Buenos días. Vengo a ver si necesitas algo.-

- Podrías empezar por correr las cortinas?.- me escondo tras las sabanas. La luz me estaba matando.

-Por supuesto. Perdona que no me he dado cuenta.- deja las toallas en una silla y se aproxima a la ventana.- Ya está!.-

Aunque la discoteca que llevo en la cabeza sigue en todo su apogeo, la oscuridad es una gran aliada y por lo pronto me ayuda a abrir los ojos completamente.

- Gracias.- vuelvo a tumbar mi cabeza en la almohada.- Dios...Me siento como una mierda y encima creo que aun estoy borracha.- no era broma, todo me daba vueltas.

- Normal. Te faltó poco para beberte hasta el agua de los jarrones.- suelta jocosa ofreciéndome el vaso de agua y sacando una aspirina de una caja que había preparada ya en la mesita.

Me meto la pastilla en la boca y bebo como si me faltase la vida. Buah que bueno, tenía la boca seca.

- Gracias.-

- Sabes que hay algo más que puedes tomar para sentirte bien en un segundo. Esa pastilla que tomas tardará en hacer efecto.-

- Ya, pero sigue sin gustarme beber sangre de vampiro.-

- No es el mejor sabor del mundo, pero es buenísima para todo los dolores.-

- Si, pero también revive a los muertos y los convierte en vampiros.- le recuerdo el efecto secundario que conlleva.

- Y eso seria tan malo?.-

Me quedo pensando en su pregunta, pero la jaqueca de pronto aparece y vuelvo a concentrarme en ella.

- Oh joder...- me llevo las manos al estomago que suena revoltoso en mi interior.- Por qué no me parasteis anoche?. Me he pasado bebiendo.-

- Porque muchos estaban casi peor que tú. Damon fue el único que no tomó nada y supo traerte a tiempo para que descansaras.-

Madre mía, por mucho que me cuente solo tengo vagos recuerdos, flashes que van y vienen pero nada más. Aunque una de las muchas lagunas que tengo se va disipando y una de las escenas de cuando me trajo no para de reproducirse en mi mente. Mierda Elena!. Como has podido ser tan guarra de quererle hacer una felación a tu novio borracha y luego casi vomitarle encima?... Que vergüenza por dios...

The Queen of my DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora