Me gustas

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–¿Dónde me llevas, Grimes?– decía algo cansada la niña luego de caminar por minutos.

–Queda poco. Está cerca– ya estaban en el pueblo, dirigiéndose a la tienda de películas antiguas.

Tenían que ir con cuidado ya que podría aparecer algún caminante. Aunque era muy poco probable que aparezca uno ya que este era un pueblo fantasma, incluso para esos monstruos.
15 tiendas más y ya habían llegado.

–Llegamos– le dijo Carl y ella sonrió.

–Al fin– pasaron con cuidado y Carl prendió una pequeña luz que había dejado dentro. Sacó el rollo de película que había escogido y lo puso en el proyector.

–Siéntate– habló el niño. ______ obedeció y se sentó en la manta con almohadas que estaba en el piso.

–¿Películas?– preguntó ella– Increíble. Me encantan las películas.

–No es una película cualquiera– la pantalla, que era una sábana blanca, mostró el nombre de la película y ______ sonrió demasiado contenta. Era su película favorita de terror.

–Ay, gracias, Carl– ella abrazó al niño y este correspondió.

Vieron la película completa sin sacar sus ojos de la pantalla. Cuando había terminado, se pararon y Carl sacó el rollo del proyector.

–Bueno... Eso estuvo muy lindo de tu parte...– habló ______ tomando la mano de su mejor amigo y jugando con sus dedos.

–¿Lo crees...? Estuve 1 día completo organizando todo– Carl hablaba algo nervioso por la acción de ella.

–Me gustaría quedarme contigo aquí... Estaríamos viendo películas todo el día, todos los días, solo nosotros dos. Sería perfecto– el niño se sonrojó al escuchar eso.

–______...– ella lo miró directamente a los ojos, indicando que lo escuchaba.

–¿Si?

–Tengo algo que decirte– Carl planeaba confesarle sus sentimientos a su mejor amiga, pues no aguantaba más estar cerca de ella y que no supiera que él sentía algo más que amistad– Sé que esto sonará estúpido. Puede que tú no sientas lo mismo pero tengo que decírtelo. Pero primero que todo... Prométeme que si te digo esto, no cambiará nada entre nosotros. Promételo, por favor.

–Lo prometo, Carl... Pero me estás asustando. ¿Qué pasa?

–La verdad es que... Me gustas. Me gustas más que como una amiga– ______ no dijo nada, no podía hablar– No tienes que responder nada si no quieres. No te obligo a que me correspondas. Te lo tenía que decir. Perdón, perdón, perdón. Sé que solo me ves como tú amigo y que esto es una idiotez, pero no fue mi culpa...

Carl tenía las manos en su rostro,tapándolo.
______ abrazó al niño. Este se confundió.

–¿No estás enojada?

–Claro que no, bobo– decía durante el abrazo– Tú también me gustas, y mucho...

–¿De verdad?– él se separó para verla a la cara.

–Sí...

–Entonces... ¿Podemos salir como más que amigos? Digo... Como... ¿Como novios?– preguntó algo tímido.

–No.

–¿Qué? ¿Por qué no? Dijiste que yo también te gustaba.

–Carl, somos niños aún. Además... Me gusta así– ella sonrió. Él se demoró un poco en entender, pero lo hizo.

–Bien... Tienes razón.

Estuvieron un rato más ahí, hablando de cosas que habían pasado antes de todo.
Fue un momento muy lindo para ambos, un momento que jamás olvidarían.
Cuando ya era tiempo de irse, el reloj de la tienda marcaba las 10:00 p.m. Sus padres los matarían, sin dudas.
Salieron de la tienda y fueron camino a la prisión.
______ tomó la mano de Carl, entrelazó sus dedos y caminaron par a par hasta llegar.

I miss herDonde viven las historias. Descúbrelo ahora