Ya era de mañana y los más "fuertes" tenían que investigar la cárcel. Tenían que encontrar la enfermería y la cafetería.
______ estaba sentada en la escalera mientras observaba el piso que estaba con un poco de sangre de caminante.
Carl apareció de la nada, asustando a ______.
–Demonios, Carl. No hagas eso– se asustó la niña– Tienes suerte de que no haya tenido un cuchillo, porque en este momento lo tendrías clavado en el ojo.
–No sé si reír o asustarme– la niña rió y su amigo se sentó junto a ella— Estuve pensando y... Deberíamos tener un lugar para hablar sin que nos escuchen. Ya sabes... Como una guarida solo para nosotros.
–Es una gran idea– le contestó ______– ¿Dónde podría ser?
–La única forma de averiguarlo, es salir a explorar.
–¿Tu mamá no se dará cuenta?– preguntó la niña y Carl negó con la cabeza. Subió a su celda y de ahí sacó un arma– ¿De dónde sacaste eso?
–Cuando papá me dió un arma, dije que la había perdido, pero la verdad es que la guardé– sonrió travieso.
–Qué rebelde eres, Grimes– la niña también sonrió y ambos salieron del interior de la cárcel antes de que se dieran cuenta.
Cuando ya estaban fuera, vieron una torre de vigilancia que estaba un poco alejada.
Habían 3 torres. Dos al frente y una escondida.
Los niños querían la que estaba escondida para que nadie la ocupase.
Se miraron y se dirigieron al lugar.
Al llegar, ______ subió las escaleras seguida de Carl, quien veía que no viniese nadie.
–No hay nada– le avisó la niña a su amigo.
–Entremos antes de que nos vean– dijo Carl y entraron.
Adentro había una especie de silla y unas tablas pegadas a las paredes, sin contar las ventanas que dejaban ver toda la cárcel y un poco más allá del bosque.
–Wow– se asombró Carl por la vista.
–Es hermoso– la chica se sentó en la silla. Era bastante cómoda. Tenía que serlo. Los que ocupaban estas torres de vigilancia pasaban las 24 horas sentados.
–¿Cómoda?
–No me había sentado en una silla así desde antes del apocalipsis– le respondió y el chico se sentó arriba de su amiga– No pesas 10 kilos, Carl. Estás pesado.
–Si no me dejas sentarme estaré aquí toda la mañana– cruzó los brazos.
–Bien...– ______ se paró y Carl se sentó.
–Dios... Si es cómoda– dijo el niño y ______ sonrió. Carl se veía tan lindo.
–¿Lo declaramos nuestra guarida?– preguntó la chica sentándose en una de las tablas pegadas.
–Oficialmente, esta torre es de nosotros. Podríamos ponerle un nombre y rayarlo afuera– sugerió el chico.
–¿Cómo le ponemos?
–Juntemos nuestros apellidos... ¿Cuál es tu apellido?– preguntó el chico nervioso.
–Es Mill-... ¿Sabes qué? Mejor usemos "Dixon"– la chica sonrió. A fin de cuentas quien ahora era como su padre, era Daryl. Usaría el apellido de la persona que más la amaba en el mundo.
–Entonces... ¿Grixon está bien?– Carl había creado el nombre perfecto. Grixon.
–Me encanta– respondido la chica.
(...)
Los niños volvieron al interior de la cárcel y vieron que ya habían vuelto todos. Pero había un problema, Hershell tenía mucha sangre en la pierna.
Carl y ______ iban a quedarse a ver pero Lori los tomó de la mano y los llevó a la celda que estaba más lejos.
–Quédense aquí– les dijo Lori.
–¿Qué le pasó a Hershell?– preguntó ______ con preocupación.
–No es nada. Estará bien— Lori no quería decirles que probablemente Hershell muera, ya que lo había mordido un caminante.
Lori se fue, dejando solos a los niños.
–No se dió cuenta de que salimos– habló Carl y se acostó en la cama.
–¿Crees que Hershell esté bien?– ______ seguía preocupada.
–Estará bien. Mamá lo dijo– a Carl no le importó, así que la niña decidió no insistir con el tema.
______ se acostó junto a Carl y ambos miraban la parte de abajo de la cama de arriba del camarote. Habían rayones y algunos nombres.
La chica se dió cuenta que en uno de los rayones decía "Carl & ______". La niña miró a Carl y este se sonrojó. Él lo había escrito, claramente. Carl había estado durmiendo ahí, era obvio que fue él.
–Que tierno, Carl– le dijo ______ mientras apuntaba a los nombres.
–Oye...– la chica lo miró– ¿Algunas vez haz estado confundida con una persona?
–No entiendo. ¿En qué sentido?
–En el sentido amoroso. Digamos que tienes un amigo o amiga al cual le tienes mucho cariño. Pero últimamente la o lo haz visto con ojos más... cariñosos. Ya sabes... te está empezando a gustar. Pero crees que a ella o a él no le gustas. ¿Qué harías si eso pasara?– preguntó Carl mientras ______ lo miraba confundida.
–Yo... Creo que le diría lo que siento. Es mejor decírselo antes de que sea tarde. Y si esa persona no te corresponde, no es para ti. O... tal vez te corresponderá luego– lo aconsejó la niña.
–...Bien... Gracias– él le sonrió y ella le devolvió la sonrisa.
–¿Salgamos? Me estoy aburriendo– dijo la chica y Carl solo asintió. Se pararon y salieron de la celda sigilosamente para que no vieran a donde se iban.
En el pabellón de al lado estaba Daryl y con él unos tipos que al parecer eran prisioneros. Daryl les apuntaba con su ballesta mientras ellos salían de una celda.
–Tal vez nos vayamos– dijo uno de los hombres.
–No nos iremos– contradijo otro.
–Tampoco entrarán– T-dog salió de la oscuridad.
Los niños trataban de ver lo que pasaba en el otro pabellón. Pero no lograban ver quiénes eran esos tipos.
–En mi casa, mando yo– habló el mismo tipo de hace un rato– Voy a donde se me antoja.
Rick y Glenn salieron de la celda en la que estaba Hershell.
–No lo dejes ni un momento– le dijo Rick a Glenn– Si muere, necesito que hagas lo que debes. ¿Serás capaz? Maggie estará ahí.
–Me encargaré– le respondió Glenn luego de haber dudado un poco.
–Puedo llamar a T– sugerió Rick pero Glenn lo interrumpió.
–Me encargaré– repitió.
–Bien– dijo y abrió la puerta del pabellón para ir al otro. Carl cerró.
El niño volvió con su amiga quien se sentó en la escalera.
–¿Quiénes son?– preguntó la chica pensando que Carl había visto algo cuando cerró la puerta.
–No los vi. Creo que son prisioneros– le respondió Carl.
–Espero que no sean una amenaza– ______ posó su cabeza en el hombro de Carl y este se sonrojó un poco.
–Lo mismo digo.
