Negan se acercó a los chicos, que ya habían bajado del camión, y a sus hombres, quienes miraban a los jóvenes atentamente.–Maldita sea– habló– Ustedes son adorables... ¿Eligieron esas armas porque se ven bien? Es por eso, ¿no?... Niños, no voy a mentirles, me asustaron, carajo.
Uno de los Salvadores se iba a acercar a ______ para quitarle el arma, pero Carl disparó, matándolo.
En seguida Dwight se abalanzó contra el chico, botándolo al suelo. Carl forcejeaba para liberarse, pero no pudo.–¡Aléjate de él, idiota!– le apuntó la joven.
–Dwight– le habló Negan– Ya escuchaste a la niña. Déjalo.
Le quitaron un cuchillo que traía Carl, junto con el arma.
Se acercaron a ______ y la tomaron bruscamente del brazo.–¡Suéltame!– se alejó de aquel salvador, se sacó la mochila que traía y la tiro al piso, entregándosela junto con el arma.
Negan se acercó a Carl, quien seguía en el piso.
Le ofreció su mano para levantarlo.–¿Así tratan a los nuevos invitados?– le preguntó a sus hombres, pero seguía mirando al chico– Vamos, niño. Arriba. Les mostraré el lugar.
Daryl, quien se encontraba a unos metros, se asomó algo preocupado. Se había dado cuenta de que ______ y Carl estaban ahí.
–¡Daryl!– le llamó la chica. Se iban a acercar, pero un Salvador le tiró un caminante al hombre, haciendo que se alejara para que no lo mordiera. Y a ______, otro Salvador la sujetó para que no se moviera de ahí.
–Tienes la misma cara de desconfianza de tu padre. Salvo que eres la mitad de convincente– siguió hablándole Negan a Carl–, porque te falta un ojo.
El chico agachó la cabeza y asintió con los ojos cerrados. No le gustaba que le recordaran lo de su ojo, pues le causaba mucha inseguridad.
–¿En serio?– preguntó el hombre– ¿No me vas a dar la mano? Porque tienes suerte de seguir teniendo mano.
Miró a Daryl, que había vuelto a observar tal escena.
–Igual que tú querido suegro, Daryl, ahora que lo pienso... ¿Qué tal el trabajo, Daryl? ¿Te gusta el calor? Diablos, sería difícil con un solo brazo.
Negan volvió a ofrecerle la mano a Carl. El chico dudó un poco, pero la tomó y se levantó del piso.
–Qué chico astuto... Vengan conmigo.
Miró a ______ esta vez.
–Dwighty, ¿por qué no sacas a Daryl y lo llevas a la cocina para preparar algo?– le habló al mismo hombre que había tirado a Carl al piso– Nuevo plan, chicos, quememos a los muertos, y descarguen el camión luego. Hoy no tendré tiempo de coger con ninguna de mis mujeres... Quizá con una... Vamos.
–¿Qué nos vas a hacer?– le preguntó el chico. Negan se tardó un poco en contestar, pero lo hizo.
–Número uno: No arruinen la imagen que tengo de ustedes. Son duros. No le tienen miedo a nada. No me tengan miedo a mí, me decepcionarían– se acercó a ellos– Número dos: ¿Realmente quieren que les arruine la sorpresa?
Ellos solo se miraron sin decir ni una palabra.
–Váyanse al carajo, niños– les habló nuevamente– En serio. Váyanse al carajo.
Los tomó de los hombros para llevarlos con él adentro.
Negan les abrió la puerta y los dejó pasar primero. Los jóvenes observaron cada detalle de ese lugar. Era grande, parecía una fábrica o algo así. Había mucha gente abajo. Más de la que había esa noche en el bosque. Mucho más.